Deprimartes dorado.
El primer día de 1962, ocurrió algo que se convirtió
en toda una anécdota en la historia del rock. Una ignota bandita de un
pueblucho inglés fue a dar una audición en la importante discográfica londinense
Decca, con la intención de lograr un contrato para grabar su primer álbum. Los
terminaron rechazando con la excusa de que la moda de los grupitos de guitarras
estaba llegando a su fin. Por supuesto, ese grupo rechazado era The Beatles,
quienes luego se probarían en Parlophone, grabarían su primer disco, y… El
resto es historia. Lo que muy pocos saben de esa audición, uno de los
desaciertos musicales más grandes de la música popular, fue que la Decca
terminó contratando a otra banda: The Tremeloes.
“¿No es cierto que te lastima bien adentro el ver que
alguien le hace algo malo a ella? ¿No es cierto que duele ver a alguien llorar,
especialmente cuando ese alguien es ella? Es cierto que el silencio es dorado… Pero
no puedo negar lo que veo”.
Un estribillo que suena a un dulce lamento
desgarrado nos dice que guardar silencio es lo más noble, pero que aquello que
callamos se nos hace llaga en el corazón, y nos lo llevaremos enquistado hasta
la tumba. Y aún es preferible el silencio, porque las palabras parecen carecer
de peso y se las termina llevando el viento: “Hablar
es simple, si sabes hacerlo la gente te va a seguir como si fueran ovejas,
aunque no las termines llevando a ningún lado. ¿Pero cómo podría ella darse cuenta?
Él la tiene bien engañada. Es una lástima, ella va a ser la última en enterarse
de la mentira”.
Como dice un tema de U2: “Las chicas bonitas
siempre están saliendo con algún idiota”, y por lo general ese idiota –que
nunca es uno mismo- las engaña, o las hace sentir mal. Y por alguna razón fuera
de toda comprensión, ellas siempre lo defienden: “¿Cuántas
veces ella le creyó sus engaños? ¿Debería decirle la verdad o debería quedarme
callado? Y yo sé que si intento contarle, ella diría que miento, que no me meta
en su vida, y que soy un tonto”. Uno
es esclavo de sus silencios y dueño de sus palabras… ¿O era al revés? ¡Feliz
Deprimartes!
Nuevamente voy a escribir como anónimo, aunque usted sabe bien quien soy yo. (??!!!)
ResponderBorrarEs así, ellas dicen que buscan una cosa, pero en realidad, buscan otra.
Muchas mujeres se la pasan hablando de que quieren un principe azul que las comprenda, las escuche y las abrace cuando sienten frio; que sea educado y fiel... pero es muy posible que cuando el muchacho con todas estas características llega (y aunque tenga un traje azul tambien), es sometido a una rica porcion de indiferencia; y buscan lo contrario. Nos han enseñado erroneamente que un hombre debe "luchar" por la mujer que puebla sus deseos, pero esta bueno saber que a veces, no queda nada por lo que luchar, y como diria Fabio Fusaro, hay que sacudirse el polvo de la caida y seguir adelante.
Iván Campos