martes, 1 de octubre de 2013

Capítulo 51: “Rainy Days And Mondays”. Carpenters. (1971)




Deprimartes primaveral:

A no alegrarse tanto, que se viene la lluvia. Y todos sabemos que no hay nada que nos ponga tan melancólicos como la lluvia y (otra vez) los lunes: "Hablándome a mí misma y sintiéndome vieja. A veces me gustaría renunciar a todo, porque nada parece encajar. Voy dando vueltas por ahí, sin nada que hacer salvo fruncir el entrecejo. Los días lluviosos y los lunes siempre me han deprimido”.

Esta es una de las mejores voces femeninas que una persona pueda escuchar en su vida. John Lennon mismo se la encontró un día y llegó a decirle a esta mujercita que tenía la mejor voz del mundo. Hace no mucho tiempo vivió un pequeño milagro llamado Karen Carpenter, que junto con su hermano Richard formó un exitosísimo dúo melódico, aclamado por su soft-rock en plena década del '70. Justamente en ese tiempo, nuestro querido Rock & Roll bramaba complejidad sinfónica y furia pre-punk; y allí apareció Karen, sosteniendo su voz de una manera dulce y muy suave, como si al cantarnos nos acariciara el alma: “Lo que siento ha tenido sus idas y vueltas anteriormente. No hace falta que hablemos de esto, ya sabemos de qué se trata”.  Y además, increíblemente, era una gran baterista. Pero –y siempre hay un pero- se nos fue un día, sin siquiera haber cumplido los 33 años; dejándonos un vacío en los oídos, y poniendo frente a la opinión pública una enfermedad desconocida hasta ese entonces: la anorexia.

Se podía leer un espíritu taciturno en ese rictus tan extraño que tenía, esa pose tan típica de las personas que no saben estar en pose. Realmente no pertenecía aquí. Sus melodías que celebraban el triunfo del amor contrariado no lograban encajar con su vida carente de amor, básicamente, porque ella misma no lograba amar la imagen que le devolvía el espejo. Aquí nos canta mostrándonos su alma, con el mismo orgullo de quien expone cuadros en un salón de arte: “Me han dicho que lo que tengo se llama tristeza. Nada está del todo mal, pero realmente sientes que no perteneces a ningún lado. Voy caminando por ahí, como una especie de payaso solitario. Los días lluviosos y los lunes siempre me han deprimido”.

Al verla, a uno simplemente le hubiera encantado abrazarla con afecto y decirle: “¡Ánimo, niña! No te entristezcas, porque no eres la única que está sola. En el fondo, todos lo estamos”: “Es gracioso, pero parece que siempre termino aquí, contigo. Al menos, es lindo saber que alguien me quiere. Es gracioso, pero parece que es lo único que me queda por hacer: salir corriendo a buscar a la única persona que me ama”. Feliz Deprimartes para todos.

2 comentarios:

  1. Desconocía la terrible historia de esta gran voz, espeluznante y conmovedora. Qué duro y qué difícil de gestionar, cómo no iba a cantar con tanto sentimiento y cuerpo, su voz casi puede tocarse...
    De nuevo una gran canción y una mejor interpretación.
    Feliz primavera para ti y feliz otoño para los que estamos al otro lado

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Se murió de anorexia a principios de los 80's, cuando nadie sabía nada de esa enfermedad. No por nada le gustaba esconderse tocando un instrumento tan poco femenino como la batería. Su debacle empezó cuando su productor y su hermano empezaron a presionarla para que estuviera cantando al frente, expuesta a todos. Era una de esas mujeres bellas que no logran concebir que lo son. Todas lo son, a su manera. Una pena que vivan necesitando que los demás se lo digan. ¡Abrazo, querida amiga ibérica!

      Borrar