"Hablándome a
mí misma y sintiéndome vieja. A veces me gustaría renunciar a todo, porque nada
parece encajar. Voy dando vueltas por ahí, sin nada que hacer salvo fruncir el
entrecejo. Los días lluviosos y los lunes siempre me han deprimido”.
unto con su
hermano Richard formó un exitosísimo dúo melódico, aclamado por su soft-rock en
plena década del '70. Justamente en ese tiempo, nuestro querido Rock & Roll
bramaba complejidad sinfónica y furia pre-punk; y allí apareció Karen, sosteniendo
su voz de una manera dulce y muy suave, como si al cantarnos nos acariciara el
alma: “Lo que siento ha tenido sus idas y vueltas anteriormente.
No hace falta que hablemos de esto, ya sabemos de qué se trata”. Y además, increíblemente, era una gran baterista.
Pero –y siempre hay un pero- se nos fue un día, sin siquiera haber cumplido los
33 años; dejándonos un vacío en los oídos, y poniendo frente a la opinión
pública una enfermedad desconocida hasta ese entonces: la anorexia.
Se podía leer un
espíritu taciturno en ese rictus tan extraño que tenía, esa pose tan típica de
las personas que no saben estar en pose. Realmente no pertenecía aquí. Sus melodías
que celebraban el triunfo del amor contrariado no lograban encajar con su vida carente
de amor, básicamente, porque ella misma no lograba amar la imagen que le devolvía el espejo. Aquí nos canta mostrándonos
su alma, con el mismo orgullo de quien expone cuadros en un salón de arte: “Me han dicho que lo que tengo se llama tristeza. Nada
está del todo mal, pero realmente sientes que no perteneces a ningún lado. Voy caminando
por ahí, como una especie de payaso solitario. Los días lluviosos y los lunes
siempre me han deprimido”.
Al verla, a uno simplemente le hubiera encantado abrazarla con afecto y decirle: “¡Ánimo, niña! No te entristezcas, porque no eres la única que está sola. En el fondo, todos lo estamos”: “Es gracioso, pero parece que siempre termino aquí, contigo. Al menos, es lindo saber que alguien me quiere. Es gracioso, pero parece que es lo único que me queda por hacer: salir corriendo a buscar a la única persona que me ama”. Feliz Deprimartes para todos.
Desconocía la terrible historia de esta gran voz, espeluznante y conmovedora. Qué duro y qué difícil de gestionar, cómo no iba a cantar con tanto sentimiento y cuerpo, su voz casi puede tocarse...
ResponderBorrarDe nuevo una gran canción y una mejor interpretación.
Feliz primavera para ti y feliz otoño para los que estamos al otro lado
Se murió de anorexia a principios de los 80's, cuando nadie sabía nada de esa enfermedad. No por nada le gustaba esconderse tocando un instrumento tan poco femenino como la batería. Su debacle empezó cuando su productor y su hermano empezaron a presionarla para que estuviera cantando al frente, expuesta a todos. Era una de esas mujeres bellas que no logran concebir que lo son. Todas lo son, a su manera. Una pena que vivan necesitando que los demás se lo digan. ¡Abrazo, querida amiga ibérica!
Borrar