Deprimartes
celestial:
“Creo que esta es
una canción de esperanza” solía decir Robert Plant, el vocalista de Led
Zeppelín, antes de comenzar a cantar este clásico de clásicos; una de las más
sublimes canciones de todos los tiempos: “Hay una
dama que asegura que todo lo que brilla es oro, y está yendo a comprarse una
escalera al cielo. Y cuando llegue allí, ya sabrá que si las tiendas están
cerradas, con una sola palabra podrá conseguir lo que vino a buscar. Hay un
letrero en la pared, pero ella quiere estar segura de lo que dice, porque, ya
sabes, a veces las palabras tienen más de un significado. En el árbol que está
junto al arroyo, hay un pájaro cantando, y nos canta que a veces nuestros
pensamientos son confusos. Y eso me hace pensar”.
La mejor época del
Rock & Roll, a mi humilde entender, fue la primera mitad de los setenta.
Existía por aquel entonces la idea bien instalada de que un álbum de Rock era
una obra de arte. La gente no iba a bailar, simplemente corrían a comprar
discos, luego volvían corriendo a sus casas, sólo para sentarse a escucharlos
con una devoción voraz. Esto permitió el advenimiento de bandas cada vez más
audaces desde la creatividad, y durante todo un lustro han quedado plasmadas
para la posteridad maravillas como el Rock Progresivo y el Rock Sinfónico. Temas
musicales que desde su composición competían con arias de la música clásica,
incluyendo varios movimientos dentro de una misma canción, y superando en
muchos casos los veinte minutos de duración. Y las letras, claramente, no se
quedaban atrás, sino que se empeñaban en contarnos siempre una historia
interesante: “Estoy teniendo esta sensación: cada
vez que miro al oeste mi espíritu clama por marcharse. En mis pensamientos he
visto anillos de humo a través de los árboles, y las voces de aquellos que permanecen
mirando. Y se rumorea que pronto, si todos cantamos al unísono, el sonido de
una gaita hará que nos pongamos de acuerdo. Y un nuevo día amanecerá para
aquellos que resistan, y los bosques retumbarán de risas. Si ves un alboroto a
tu alrededor, no te alarmes; sólo es la primavera que está llegando. Sí, hay
dos caminos por los que puedes ir, pero en medio de tu larga caminata, aún hay
tiempo para cambiar de ruta”. En el video podemos apreciar algo muy característico
de aquella época, Plant canta exhibiendo el cuerpo típico de una deidad
rockstar, logrado a fuerza de falta de alimento, y exceso de drogas y de
groupies. En fin… ¿Para qué comer, cuando uno canta en Led Zeppelin, verdad?
Recuerdo que yo
tuve mucha suerte. Hubo un tiempo en que estuve rodeado de loquitos que me
invitaban a descubrir significados ocultistas si escuchaba este tipo de
canciones al revés… Como si no fuera interesante ya de por sí escucharlas al
derecho. El mismo Plant lo dijo una vez: “Si los mensajes al revés funcionaran,
todos los discos tendrían uno diciendo ‘cómprame ya mismo’”. Pero, como dije,
tuve suerte; y pude evadirme de ese manicomio. En fin, volviendo al tema, hay
varias maneras de alcanzar el plano celeste. Y ésta es una interpretación
válida: “Tu cabeza canturrea una tonada que no
logras olvidar. Por si no lo sabes, el gaitero te llama para que te le unas en
su canción. Querida dama, ¿no oyes al viento soplar? ¿Y no lo sabías? Tu
escalera está apoyada sobre ese viento susurrante.” Toda la canción
tiene un sabor a profecía de una humanidad mancomunada. ¿Utopía? Probablemente…
Pero soñar sigue siendo gratis.
“Y
mientras bajamos por el camino, con nuestras sombras más grandes que nuestras
almas, vemos caminar por ahí a una dama que ya conocemos, que brilla con una
luz blanca y quiere demostrarnos que todo todavía se convierte en oro. Y si
escuchas con atención, la melodía te llegará, cuando todo sea uno y uno sea
todo. Será una roca y no rodará”. Ser una roca y no rodar.
To be a Rock and not to Roll… El Rock & Roll nos estaba diciendo que se
estaba redefiniendo como arte en sí mismo… Pasó de ser un entretenimiento para
adolescentes a ser algo simplemente maravilloso. Feliz Deprimartes.
Me encanta como hablas del Rock & Roll, no se podría describir mejor algo que es mucho más que música, algo que es una forma de vida. Para mi tiene un paradójico punto romántico difícilmente superable. Es energía pura, algo a disfrutar con todos los sentidos.
ResponderBorrarSé que, por lo que voy a decir, igual gano odios, pero he de reconocer que esta canción se me hace algo larga, con partes brillantes y otras que, si soy honesta, me sobran. También he de admitir que escucharla después de leerte ha hecho que me gane puntos.
No sé, si yo tuviese que elegir una canción creo que me decantaría por el enorme riff de Smoke on the water de Deep Purple, pero hay tanto donde elegir que me resultaría odioso.
De nuevo una gran interpretación de un gran tema :)
Querida Nuria, uno habla de ciertas cosas de una determinada manera. Es inevitable. Como dicen en la película "El secreto de sus ojos", uno puede cambiar de todo: de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de dios... Pero hay una cosa que uno no puede cambiar: no puede cambiar de pasión. Y parece que el Rock & roll me apasiona... Qué se le va a hacer... Nadie es perfecto... Bah, yo sí, porque soy argentino; pero no estamos compitiendo, ¿no?
ResponderBorrar