Deprimartes cancerígeno:
Diario de un obrero de una Compañía que se preocupa por sus
empleados, pero más que nada, por sus ganancias: “Los
periódicos edulcorados le mienten a los accionistas, y ellos cruzan los dedos
mientras pagan para que se cuente su propia verdad. La hoja de balance sube y
sube, perforando el cielo. Y mientras sigo aquí atrapado, esperando mis
medicinas, es el sudor de mi frente lo que mantiene el motor en movimiento.
Espero que las migajas que tengo en el bolsillo logren mantenerme en pie durante
toda la noche”.
Peter Garrett, antes de convertirse en político
ambientalista en su Australia natal, cantaba en esa gran banda también
ambientalista llamada Midnight Oil, híper conocidos en todo el mundo gracias a
su éxito “Beds Are Burning”. Y uno de los temas que más le preocupaba era el de
las minas a cielo abierto, tan polémico siempre; tanto por el daño que le
generan a su entorno como por las enfermedades que causan a sus operarios: “Me arrancaron mi coraje, está estropeado y destruido; la vida que vivo no vale más que
un bono. ¿Quién va a poner las cosas en claro y explicarme por qué? Si grito en
la noche sólo me responde un triste silencio. No sé cómo explicar que la
pantalla del televisor no me es ningún consuelo. Apagaron las luces de las
puertas del Paraíso, y no sé por qué. Sólo sé que si trabajo todo el día en la
Mina del Cielo Azul, habrá comida en mi mesa esta noche. Si camino de arriba
abajo la Mina del Cielo Azul, tendré un día más de pago en mi bolsillo”.
¿Cómo detener a estas casi omnipotentes corporaciones
multinacionales que se adueñan de todo lo que se les antoja? Parece que no se
puede: “Alguien vino desde una costa lejana, porque
la Compañía toma lo que la Compañía quiere tomar. Y parece que nada es tan
valioso como un agujero en el suelo”. Nos queda una última y bíblica
esperanza de que las cosas se equiparen. Porque, al final de cuentas, todos
estamos bajo el mismo cielo, ¿no?: “Rezo porque la
razón y el sentido común finalmente prevalezcan… No tenemos nada que temer. Al
final, la lluvia cae sobre todos. Y limpia las calles de la Ciudad del Cielo
Azul”.
La resignación se termina enquistando para transformarse en
una falsa confianza: “Y si la Empresa de la Mina
del Cielo Azul no viene a mi rescate… Si la Compañía Refinadora de Azúcar no me
salva… ¿Quién lo hará? ¿Quién me salvará?”. Nadie lo hará. Hay que
despertar de la pesadilla, los únicos que podemos hacer algo por nosotros,
somos nosotros mismos. Bienvenidos al nihilismo. ¡Feliz Deprimartes!
Uuuufff cuánta miga!!!
ResponderBorrarYo visto lo visto solo quiero salir corriendo y huir a un lugar donde sus tentáculos no lleguen...si es que aun existe algún sitio así.
Me ha gustado mucho esta entrada, vivimos tiempos difíciles pero siento que seguimos sin mirar lo que no nos gusta, yo la primera. Está bien abrir los ojos de vez en cuando.
La canción no la conocía y me ha gustado mucho, la interpretación como siempre muy genial.
Un beso nihilista
Y pensar que no deberíamos ser nosotros los que huyamos... Gracias como siempre por el tiempo que le dedicás a leer este humilde blog. Es buen momento de abrir los ojos y mirar, ya que artistas como estos están intentando hacernos reaccionar desde hace más de veinticinco años. ¡Te mando un beso con sabor a Zarathustra!
ResponderBorrarMis respetos por no haber elegido la redigeridísima Beds are Burning* para presentar a estos verdaderos próceres del rock y la buena política.
ResponderBorrar(*La canción no tiene la culpa, pobre, pero está muy sobreexpuesta y no le hace justicia al corpus de los Oil)
Recuerdo la visita de Midnight Oil a la Argentina cuando Garret, despues de arrojar un manojo de billetes de dolar a la audiencia, advertia sobre el futuro de mi pais como anfitrion de empresas mineras. Nadie escucho. Nadie podia hacer nada. Hoy el gobierno de populistas de mierda que tenemos le abrieron hace rato la puerta a la Barrick Gold y otras pestes mas. Pero bueno, nada es tan sagrado como un agujero en el suelo. Saludos
ResponderBorrarEs increíble la nefasta y profética actualidad que tiene este tema musical para con nuestra patria... Garret fue un verdadero Vox Clamantis In Deserto... Una pena, aquí estamos.
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