Deprimartes dubitativo:
Este dúo, que se ha dedicado a hacer de su carrera un himno
a los derechos de la comunidad homosexual; hace más de 25 años que son
musicalmente increíbles. Con ustedes, Erasure: “Vas
vagando por los callejones, y la lluvia empieza a caer, para darle el marco
ideal a ese amor que sientes por este hombre veinteañero. ¿Estoy en lo cierto?
¿Estoy equivocado? ¿O sólo estoy soñando?”. ¿Es esto lo que puede pensar
alguien que empieza a cuestionarse sus gustos? “¿Está bien lo que siento?”,
“¿Soy yo el que está mal?”; preguntas tan básicas que resultan ser demasiado
simples para rotular algo que, con el tiempo, nos vamos dando cuenta de que no
necesita de rótulos. El amor es el amor, no importa tanto hacia quién se lo
prodigue. Es una suerte de milagro pasajero, que hay que celebrar por el tiempo
que dure.
“Miro a toda la gente que está sola,
caminando alrededor de la ciudad. Puedo ver la vieja catedral, pero tengo que
irme. Hay barcos en el río desplegando sus velas, y la vida sigue normalmente;
aunque tú no estás cerca. Los demás esperan en la parada del autobús, riéndose
de la lluvia; sacudiendo sus paraguas, hasta que empieza a llover nuevamente.
Flores en el agua, flotando río abajo, barquitos de papel en la alcantarilla,
arrastrados por la brisa”.
La frustración de un desencuentro -sea con quien sea-, nos lleva siempre a
reflexionar sobre los aspectos más simples de todo lo que nos rodea. Una
cotidianeidad que aún no tiene sentido, pero cuyos detalles pueden resultar
exquisitos de apreciar. En definitiva, de eso está compuesta la vida: de
simples detalles.
Si hay una ciudad en la que existe una gama casi infinita
de tonos de libertad, esa es Ámsterdam. Y aún en medio de ese clima de
permisividad absoluta, hay un momento para la reflexión. Este hermoso video en blanco
y negro se desarrolla no sólo entre los canales holandeses, sino en el
mundialmente renombrado monumento recordatorio a las víctimas de la violencia
contra los homosexuales: “Trepando por las
escaleras traseras, hay un viento helado en el aire. Me abrigo del frío y corro
las cortinas de la ventana. ¿Quién estaba ahí? ¿Eras tú? ¿O sólo estaba
soñando?”. ¡Feliz Deprimartes!
Si ya sentía un grandísimo respeto por lo que haces en este espacio, hoy has conseguido que aumente el respeto que hacia tu persona sentía en muchos grados.
ResponderBorrarAl margen de la canción que es fantástica, me resulta deliciosamente refrescante leer reclamos a la libertad, tan maltrecha últimamente, en cualquiera de sus versiones, especialmente a la libertad de amar en un tiempo y en un mundo que se preocupa más por juzgar a quien se ama que por repudiar todas las terribles formas de odiar de las que le ser humano hace permanente gala.
Huelga decir que es una muy, muy, muy genial entrada.
Un beso
No encuentro manera más noble de responder a todo lo lindo que escribiste de mí que con un enorme GRACIAS.
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