martes, 12 de mayo de 2015

Capítulo 118: “Sheep Go To Heaven”. Cake. (1999)




Deprimartes caprino:



Un desanimado empleado de una empresa de tarjetas de felicitaciones contempla una hoja en blanco que no consigue llenar. Pero lo invade una inexplicable inspiración, y se queda a hacer horas extras mientras escribe horrendas tarjetas con textos como los siguientes: “No me siento muy bien hoy. No me siento para nada genial. Hoy no siento esa llama interior. Siento que el amor empezó a desvanecerse. No voy a sonreír hoy. No me voy a reír. Tú vives la vida al máximo, mientras yo tengo deudas que pagar”.



Cake es una banda que tuvo su suceso allá por el cambio de siglo, y que siempre contó con la actitud de ver al estrellato con un tono de sorna –es de destacar su versión de “I Will Survive” de Gloria Gaynor cantada por el vocalista disfrazado de policía mientras hace multas de tráfico- y con letras entre crípticas y sarcásticas: “El sepulturero te saca con un fórceps, el albañíl hace todo el trabajo duro, el barbero puede darte un buen corte de pelo, y el carpintero te lleva a almorzar”. Siempre intentaban hacerte pensar… Con mayor o menor éxito.



El video de este tema está ilustrado con una animación que hace clara referencia a la serie “South Park”, tanto por su técnica como por su mensaje mordaz y fatalista. Retomando la historia de nuestro empleado descontento, se lo ve desalentado ante la cola de ingreso a un concierto. Y es una pena, porque es una tremenda fiesta la que se está perdiendo este muchacho. Una banda tributo a KISS –que incluye un improbable trompetista- está tocando en un bar que no para de llenarse de tribus urbanas. El alcohol corre, y como nos quiere hacer creer todo el mundo, allí donde hay bebidas espirituosas, todos somos amigos… En fin. Gente intelectualmente insignificante atragantándose con cualquier líquido y brincando al ritmo de la más simple melodía de turno. Una fiesta que es animada, pero que es una gran celebración de la nada misma: “No quiero ir a pasear a Sunset Strip, no quiero sentirme tan vacío. Todas esas viejas marquesinas llenas con estúpidos nombres de bandas. No quiero ir a pasear a Sunset Strip”. El muchacho en cuestión va a su casa a ver la televisión, y en una soledad únicamente interrumpida por anuncios donde a cambio de dinero se le prometen cosas tan inasibles como la tranquilidad absoluta, la mayor aventura de su vida, o el amor de una hermosa mujer, allí arriba a la iluminación: tal vez haya un cielo, porque esto decididamente es el infierno. Y vuelve a la fiesta acompañado del filo de su machete, para empezar a mandar gente al cielo: “Las ovejas van al Cielo, las cabras van al Infierno… ¡Así que vete al Infierno!”. Y todos se van al cielo, excepto el protagonista del video. Parece ser que hasta la Justicia Divina ya está corrompida…



“Sólo quiero ponerme a tocar la flauta, sólo quiero tomar un poco de vino". Tal vez la banda haya tenido razón en el siguiente verso, que es una verdadera filosofía de vida: "Porque ni bien nacemos empezamos a morir, así que lo mejor es vivir la vida”. Ni bien nacemos empezamos a morir, así que… ¡Feliz Deprimartes, y váyanse al infierno!

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