martes, 31 de marzo de 2015

Capítulo 112: “No Rain”: Blind Melon. (1993)





Deprimartes aceptado:



Con un poco de folk rock de inevitables influencias setentosas, Blind Melon supo encaramarse en la onda expansiva que estaba generando el grunge de principios de los años noventa. Se constituyeron en exponentes de lo que se dio en llamar “rock alternativo”, que no fue mucho más que una pose o actitud en la cual nuestro querido Rock & Roll dejó de comportarse como lo hace el Pop, buscando el éxito a toda costa; e hizo el intento de meterse a grabar en estudios independientes y utilizar técnicas de grabación que persiguieran más lo testimonial y lo artístico antes que lo comercial: “Todo lo que puedo decir es que mi vida es bastante sencilla, me gusta mirar los charcos que forma la lluvia. Y todo lo que puedo hacer es servir té para dos y expresar mi punto de vista, pero sé que no es algo sensato. No, no es nada sensato”. Pero su vocalista Shannon Hoon murió a los 28 años víctima de una sobredosis. Dejó atrás una pequeña hijita de tres meses de vida y una incipiente carrera al frente de una banda que acababa de despegar gracias al video de este buen tema.



Su único gran hit cuenta con un video sencillamente icónico. Ha marcado a una generación y es un digno alegato de una época de renacimiento del rock. Una niña vestida de abeja va cosechando desdén donde quiera que bailotee su tap. Su ansia de ser parte del mundo la lleva a subastar su dignidad al mostrar su arte ante cualquier incrédulo transeúnte que se le cruce: “Sólo quiero que alguien me diga que siempre estará allí cuando yo despierte. Me encantaría conservar mis mejillas secas hoy, y para lograrlo necesito que te quedes conmigo”. El mensaje es la continua necesidad que tenemos de aceptación por parte de los demás. Necesidad de pertenecer, de sabernos cuidados y contenidos.



“No te gusta mi punto de vista, crees que no estoy cuerdo”. Es una vida muy triste y sin demasiado sentido la que tenemos cuando no conseguimos ser aceptados. Somos un hermoso caldo de cultivo para la depresión. Si bien el video habla todo el tiempo del intento de reconocimiento por parte del otro, es obvio que la letra viene de parte de un espíritu que no logra ser comprendido, y que se desayuna con el rechazo día a día: “Y no entiendo por qué me la paso todo el día durmiendo, y empiezo a quejarme de que no llueve. Y todo lo que puedo hacer es leer un libro para mantenerme despierto; eso me desgarra la vida, pero es un gran escape”. Siempre hay una forma de escapar. Tal vez sea un escape real, o tal vez sea uno imaginario; pero yo también creo lo que dice Kate Bush en el video de Peter Gabriel “Don’t Give Up”: “No te rindas, porque sé que hay un lugar al cuál pertenecemos”. Y la niña abeja finalmente encuentra su lugar, y encuentra que nunca estuvo sola… ¡Feliz Deprimartes!

martes, 24 de marzo de 2015

Capítulo 111: “Beautiful”: Christina Aguilera. (2002)




Deprimartes diferente:



Sí, ya sé… Más de uno va a querer asesinarme por incluir en este mundillo rockero a esta artista tan identificada con lo más banal del pop. Ocurre que el sacrilegio vale la pena… No por nada el tema comienza diciendo: “No me mires”.



Estuve mucho tiempo debatiendo conmigo mismo sobre si incluir o no este tema musical. Por un lado, y más allá de que Christina Aguilera es sólo otra de esas estrellitas de ese repugnante género llamado Teen Pop, se diferencia de las demás en que ella realmente canta como los dioses –cuando no está borracha-, y siempre intentó hacerle un amague a varios otros géneros que no fueran tan bailables, a veces no con tanta suerte. Al menos, reconozcámosle eso. Y por el otro, me terminó por ganar la letra de la canción; sin contar que tanto el tema como el videoclip también son de una factura impecable: “Cada día es maravilloso, hasta que de repente se hace difícil respirar. En cualquier momento, me vuelvo insegura, y estoy tan avergonzada de todo aquello por lo que soy conocida”.



Todos aquellos que son diferentes. Que así se sienten. Que no logran aceptarse en su diferencia. Y que libran enormes batallas cada día para que el resto de la humanidad los acepte como son, o como desean ser. El mundo está literalmente lleno de esta clase de gente que los demás se niegan a ver: “Soy hermosa. No importa lo que digan, las palabras no pueden derribarme. Soy hermosa, de cualquier manera en que lo vea. Las palabras no pueden derribarme, así que por favor, no seas tú el que me derribe hoy”.



En el video vemos sólo unas postales de lo que le ocurre a un pequeño grupo de personas: un muchacho escuálido esforzándose por volverse musculoso, una jovencita anoréxica luchando contra su propio reflejo, un hombre que se trasviste con la fortaleza que le dan sus batallas ganadas, una pareja homosexual demostrándose públicamente su amor, una adolescente rechazada por las otras chicas de su edad, otra más que se resiste a aceptar los cánones de belleza que nos imponen las revistas de moda, un joven punk volviéndose de acero frente a las miradas hirientes de los demás. Gente que, sencillamente, no encaja: “Para todos tus amigos, eres un loco. Tan consumido y tan perdido en ti mismo. Estás tratando tan desesperadamente de llenar ese vacío. Perdiste la pieza final, y el rompecabezas te quedó incompleto. Así son las cosas. Pero eres hermoso. No importa lo que digan, las palabras no van a derribarte. Eres hermoso, en cada aspecto de tu vida. Sí, las palabras no pueden derribarte”. Nos es imprescindible la otredad. Nos es tan necesaria la aprobación del otro para poder aceptarnos nosotros mismos, que no nos damos cuenta de que podemos construirnos sin tener que encajar en un modelo de personalidad que la sociedad espera que ocupemos.



Y… ¿Cómo se sigue adelante cuando somos nuestro peor enemigo? ¿Qué hacemos cuando el espejo nos escupe la cara cada mañana? Resistir. Resistamos, porque nunca llovió para siempre. Un día, las cosas cambiarán. Porque finalmente, al igual que en el videoclip, la flor marchita terminará por recuperar todo su esplendor: “No importa lo que hagamos, no importa lo que ellos digan. Somos la melodía de nuestra propia canción, llena de hermosos errores. Y adonde sea que vayamos, el sol va a brillar. Y mañana tal vez seamos nosotros los que estemos en la vereda de enfrente. Todos somos hermosos. No importa lo que digan. Las palabras no van a derribarnos”. Amor propio… El resto es consecuencia. Feliz Deprimartes para todas las almas torturadas que deambulan por este mundo…


martes, 17 de marzo de 2015

Capítulo 110: “The Living Years”: Mike & The Mechanics. (1988)




Deprimartes generacional:



Fábula de cómo, de a poco, nos convertimos para nuestros hijos en lo que nuestros padres fueron para nosotros. Repetimos la historia. Los eternos malentendidos con nuestros mayores serán los mismos que nosotros tendremos con nuestros niños. Es el destino de la humanidad, que los jóvenes no logren escuchar a los que ya antes transitamos ese mismo camino: “Cada generación culpa a la anterior cuando todas sus frustraciones vienen a golpearle la puerta. Sé que soy un prisionero de todo lo que mi padre quiso que yo fuera; sé que soy un rehén de todas sus esperanzas y miedos. Sólo desearía habérselo dicho en sus años vividos”. Por acción u omisión, nuestros padres estarán presentes el resto de nuestras vidas. Hacemos cosas –o dejamos de hacerlas- sólo porque ellos las amaban, o las odiaban. En eso se basa mucho de nuestra madurez: en negarlos o en reafirmarlos como nuestro pasado fundador: “Pequeños pedazos de papel arrugado llenos de pensamientos imperfectos. Rebuscadas conversaciones: me temo que eso es todo lo que nos queda. Tú dices que no lo entiendes, él cree que tiene sentido; simplemente no pueden ponerse de acuerdo por la manera que tienen de hablar. Todos hablamos en diferentes lenguajes, hablando a la defensiva”.



En este videoclip tenemos la acertada utilización de una iglesia, con coro incluido, como símbolo de lugar de mancomunión, de reunión con el prójimo. Somos esto. Somos ahora. Aprovechémoslo, puesto que la Tierra permanece, pero nosotros no. Y, como dice ese coro: “Dilo en voz alta, dilo claramente. Puedes escuchar así como puedes oír. Ya será demasiado tarde cuando nos muramos, como para admitir que no podemos vernos a la cara”. Podemos sacarle provecho a todo lo que se nos dice. Podemos escuchar con todos nuestros sentidos, aparte de oír sin prestar atención.


“Abrimos un frente de batalla entre el presente y el pasado. Así es cómo sacrificamos el futuro, y tan sólo nos quedará esta sensación de amargura. Así que no cedas ante una racha de suerte que crees que es tu destino, porque puede que tengas una nueva perspectiva al día siguiente. Y si no te rindes, y no te dejas vencer, seguramente estarás bien”.
No está demás contar que esta banda fue la reunión de un grupo de amigos pergeñada por Mike Rutherford, ese genial y siempre sobrio guitarrista que supo hacernos olvidar al enorme Steve Hackett en una agrupación tan grandiosa como lo fue Genesis. Se nota que los tremendos egos de Peter Gabriel y de Phil Collins no le daban tanto lugar, y por eso sintió la necesidad de crear este proyecto paralelo, con otros también exitosos músicos como Paul Carrack –quien lleva la voz cantante en este tema- y Paul Young.


A lo largo de todo el video, hay imágenes evocativas de amplios paisajes que nos llevan a tomar una postura contemplativa para pensar acerca de las personas que se fueron; y de todo aquello que le dejaremos como legado a las generaciones venideras. La vida es una rueda: “No estuve ahí esa mañana cuando mi padre falleció. No pude decirle todo lo que tenía para decirle. Pero creo que su espíritu volvió ese año, estoy seguro de que escuché su eco en las lágrimas de mi hijo recién nacido. Sólo desearía haberle dicho todo durante sus años vividos”. No olvidemos a los que se fueron… Ni a los que vendrán. Feliz Deprimartes.


martes, 10 de marzo de 2015

Capítulo 109: “The War Song”: Culture Club. (1984)




Deprimartes bélico:



“La guerra es estúpida, y la gente es estúpida, y el amor no significa nada en esos extraños cuarteles… Y yo escuché que en sus corazones golpeaba con fuerza la palabra ‘¡Guerra!’”. Diferenciándose de su camada gracias a ciertos elementos tomados del reggae y de otros ritmos latinos en los cuales abrevaron, Culture Club fue un digno representante del género New Romantic; que fue algo así como una relectura que una década después se le dio al Glam Rock de comienzos de los años ’70. A caballo de la nueva tendencia de los videoclips, artistas tales como Brian Eno y Brian Ferry de Roxy Music, Adam Ant de Adam And The Ants, Annie Lennox de Eurythmics, o Alison Moyet de Yazoo, jugaban a explorar su sensualidad en escena traspasando los límites de la división de género. Algo en lo cual fue sin dudas muy bueno el cantante de Culture Club, el icónico Boy George.



“La gente hace que el mundo esté lleno de tan poca confianza, todos somos como un niño cuando nace, como un hombre que no tiene defensas. Lo que es mío es mío, y no te lo daré. No me importa lo que digas, no me importa lo que hagas”. Pocos como Boy George han tenido que librar una guerra de dos frentes. Contra el mundo exterior, para que aceptaran su condición de homosexual confeso en una época en que el republicanismo mojigato de Ronald Reagan se campeaba sobre la sociedad. Y en su frente interno, contra su adicción a las drogas; que terminaron por costarle la existencia a su exitosa banda. Hoy es un ícono de los ‘80s, y después de tantas batallas peleadas, ya nadie puede discutirle nada.



“Y ahora estamos peleando en nuestros corazones, estamos peleando en las calles. ¿Es que nadie va a ayudarme?”.Un costosísimo videoclip, con la muy interesante idea de presentar todo lo relacionado con un horrendo conflicto militar de manera tal que se vea como un desfile de alta costura. Y si lo pensamos un segundo, no es una mala idea. Algo por el estilo sostenía el prólogo del libro “Cartas del diablo a su sobrino”, del genial C. S. Lewis al sostener que el diablo no soporta que se burlen de él: “El hombre se ha quedado muy atrás en la búsqueda de algo nuevo. Como si fuésemos filisteos, aún estamos buscando brujas para quemar. Este mundo de odio sí que fue diseñado para alguien como tú. Aquí importa lo que digas, importa lo que hagas”. Este original videoclip fue realizado por el mítico director australiano Russell Mulcahy, quien no sólo es conocido por sus películas Razorback y –especialmente- Highlander; sino por haber filmado videoclips nada más ni nada menos que para artistas como Duran Duran, Elton John, The Bangles, Spandau Ballet, Bonnie Tyler, Billy Joel, Queen, The Rolling Stones, Fleetwood Mac, Rod Stewart, Falco, Supertramp, The Human League y AC/DC, entre muchos otros.


El rechazo a la guerra radica en el hecho de que sus horrores continúan aún después de concluida la misma. Mucha gente queda con sus heridas a cuestas, cicatrices que los adornarán de por vida, y no sólo en la piel: “Después de que este pájaro voló, él caminó diez mil millas de vuelta a casa. Bueno, pues… No me harás eso a mí”. Y aunque en el mundo que nos rodea la guerra avance rampante, nada impide que podamos conservar la paz en nuestro interior: “En mi corazón encontraré un lugar para ti, para blancos y negros, para adultos y niños también”. Un último mensaje de aliento. Una última gota de esperanza. Y no está mal. Si no queda la esperanza de que las cosas van a cambiar, la misma existencia carecería de sentido: “No más guerra. No quiero que haya más guerra. ‘Senso Hantai’. No más guerra”. ¡Feliz Deprimartes!

martes, 3 de marzo de 2015

Capítulo 108: “Young Girl”: Gary Puckett & The Union Gap. (1968)





Deprimartes edípico:



Gary Puckett And The Union Gap fueron un grupo de rock melódico de cortísima vida. Habiendo comenzado su actividad en 1967, aprovecharon el éxito que estaba teniendo el álbum “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band” de The Beatles para tomar una estética militar, inspirada en el ejército del sur estadounidense. De poco le valieron estas estrategias comerciales. Sólo eran una banda de pop, potente pero meloso, y tres años después desaparecieron; dejándonos unos pocos éxitos, entre ellos esta historia de amor culpógeno: “Jovencita, sal de mi cabeza, mi amor por ti está completamente fuera de lugar. Mejor que corras, jovencita; eres demasiado joven, niña. Con todos los encantos de una mujer, ocultas el secreto de tu juventud. Me hiciste creer que eras lo suficientemente grande como para darme tu amor, y ahora duele darse cuenta de la verdad”.



Esa fascinación que algunas jovencitas sienten hacia los hombres mucho mayores que ellas… Algunos deberíamos estarles eternamente agradecidos a Edipo –técnicamente hablando, se trata del Complejo de Electra- por poder atravesar esta vida acompañados de una hermosa jovencita que no se da cuenta de que uno tiene la edad suficiente como para ser su padre: “Detrás de tu perfume y tu maquillaje, eres sólo una bebé con un disfraz. Y aunque tú sabes bien que está mal quedarte a solas conmigo, tus ojos siguen teniendo esa mirada tan sugerente”. O tal vez, por supuesto, no es que la niña en cuestión no se dé cuenta de la diferencia de edad. Probablemente esto le resulte un aderezo que hace aún más interesantes sus fantasías... Gracias sean dadas.



“Así que vete corriendo a tu casa. Estoy seguro de que tu mamá se pregunta dónde estarás. Vete de aquí antes de que vaya a cambiar de opinión, porque me temo que esto se nos irá de las manos”. Musicalmente hablando, este tema representa un producto más comercial que artístico. Esta es una banda que parecía que se negaba a progresar cuando todo el mundo lo hacía. Era como si nos dijeran: “el rock es esto que estás escuchando”, cuando en realidad nuestro amado movimiento musical estaba experimentando ese avance astronómico que lo impulsó en la segunda mitad de los ‘60s y la primera mitad de los 70’s. Mientras aún brillaba el rock psicodélico, nacía el heavy metal, daba sus primeros pasos el rock progresivo y se vislumbraba en el horizonte el rock sinfónico, aún había antiguallas como este tema melódico, completamente recargado de vientos y de cuerdas. Era obvio que si no cambiaban –y no lo hicieron- Gary Puckett y su grupo tenían las horas contadas… ¡Feliz Deprimartes!