martes, 24 de noviembre de 2015

Capítulo 146: “Crazy”. Gnarls Barkley. (2006)





Deprimartes psiquiátrico:



A través de los siglos, cataratas de tinta se han vertido para hablar en todas las formas poéticas habidas y por haber sobre la locura. A la hora de la verdad, es un fenómeno que está mucho más cerca de la demonización que a simple vista se puede percibir en cualquier institución neuropsiquiátrica; pero en las artes se empeñan en representarla con una visión casi romántica, como un estado en el cual sólo es válido dejar de lado la realidad y jugarse el todo por el todo a fin de lograr lo que tiránicamente nos dictaminan nuestros sueños: “Lo recuerdo bien, recuerdo muy bien el día en que perdí la cabeza. Había algo en ese lugar al que fui a parar que hacía que todo se sintiera muy placentero. Podía sentir cómo mis emociones hacían eco en ese espacio tan grande”. Sin embargo aquí se describe en primera persona ese formateo total del cerebro, y en principio parecería reinar una sensación de alivio al derribarse todas las estructuras de nuestro pensamiento. Hay una evidente sensación de grandilocuencia al estar ante el acto inabarcable de tener una nueva dirección para que crezca el árbol de nuestra mentalidad, nuestro verdadero yo. La liberación que seguramente significaría la ausencia total de reglas, y un fresco comienzo desde cero: “Y cuando estuve allí, en medio de la nada y sin tener el menor cuidado; sí, se puede decir que estaba totalmente ido. Pero no llegué allí por no saber lo que tenía que saber, sino porque ya sabía demasiado”.



“¿Y eso me hace ser un loco? Dime, ¿eso me convierte en un loco? Bueno, posiblemente…”. Hay un palpable sentimiento de superioridad frente al resto del mundo. Ahora, nada nos ata; ya hemos visto detrás del telón, y sabemos demasiado… Sabemos que todo es mentira... Tal vez sea por eso que dicen que tan solo los niños y los locos dicen la verdad: “Y espero que te la estés pasando en grande. Pero piénsalo dos veces, ese es el único consejo que te daré. Oh, vamos, ¿quién te crees que eres? Ja ja ja, pobre tonto; todavía piensas que tienes el control. Bueno, pues yo creo que estás loco. Creo que estás tan loco como yo”.



Este videoclip está sobriamente basado en el muy conocido test de Rorschach, que utiliza unas láminas con dibujos realizados con unas gotas de tinta sobre una hoja de papel. Al doblarse la hoja, las gotas van formando una mancha doble, en espejo, que remite formas subjetivas. Este famoso test permite a un profesional apreciar ciertos rasgos de la personalidad del individuo que mira las manchas, y a quien se le pide que diga qué es lo que ve: “Mis héroes tenían el valor de poner sus vidas en peligro, y lo único que recuerdo es que yo sólo quería ser como ellos. Desde que era muy chico, todo eso se veía divertido, así que no es una coincidencia que finalmente yo sea así.  Y  podré morirme feliz cuando todo esto se acabe”. Y lo que siempre se ve es lo que allí proyecta nuestro inconsciente… Interesante.



Cee-Lo es el nombre artístico de Thomas DeCarlo, un cantante con una voz particularmente negra, grave y de un timbre apenas rasposo; y que como todo buen afroamericano llega a las notas agudas sólo como ellos saben hacerlo. Es un estupendo intérprete por peso propio, aunque cada tanto se une a proyectos como éste. Con el nombre ficticio de Gnarls Barkley, trabajó junto con el prestigioso productor musical Danger Mouse, quien supo ser el responsable de álbumes de artistas tales como U2, Red Hot Chili Peppers, Norah Jones, Beck, y Gorillaz. Como resultado tuvieron este enorme hit del año 2006 –probablemente el año en el que el Rock agotó definitivamente su fórmula-, que parece sacado de un disco del sello Motown: “Tal vez estoy loco, tal vez tú estás loco, tal vez todos estamos locos… Probablemente…”. ¡Feliz y loco Deprimartes!

martes, 17 de noviembre de 2015

Capítulo 145: “Everything I Own”. Bread. (1972)





Deprimartes adulto:



“Me protegiste de todo daño, no me dejaste desfallecer de frío. Me diste la vida y me pusiste en libertad. Los mejores años que sé que he tenido, fueron aquellos en que estuviste conmigo”. Si hubo algo más que rescatable de todo lo impuesto en la espantosa década de los ‘80s, años empantanados en la sobreproducción y la carencia de talento, fue esa rama del Rock denominada Soft Rock, o AOR (Adult Oriented Rock); más conocida como “Rock para adultos”.



Este género logró potenciarse de la mano de las emisoras de radio FM, porque estaba ideado para que los ya cuarentones que habían nacido con el primer Rock, y que sabían apreciar la buena música, pudieran volver del trabajo en sus coches mientras disfrutaban de unos solos de guitarra eléctrica con la pizca justa de distorsión y teclados con mucha presencia, junto con unas delicadas líneas de bajo, una suave pero decidida batería, y el colchón de una celestial guitarra de doce cuerdas. Y allí fueron triunfando con el paso del tiempo logradísimos exponentes como Eagles, REO Speedwagon, Toto y Talking Heads entre muchísimos otros. Pero todo esto tuvo su origen unos diez años atrás, de la mano de grupos que venían del Folk Rock, como Bread, que nos cantaban muy dulcemente algo así: “Me enseñaste cómo amar, de qué se trataba todo aquello. Nunca dijiste demasiado, pero aún así tú me mostraste el camino. Y yo aprendí todo sólo viéndote. Nadie más podía conocer esa parte de mí que no quería dejar las cosas atrás”. Estos californianos liderados por David Gates y por el ganador de un Oscar Jimmy Griffin, usaron a destajo el formato de canción, con una muy cuidada producción y que por lo general tienen una base de guitarras acústicas. Todos sus éxitos –que fueron muchos- son realmente muy agradables de escuchar.



“¿Hay alguien a quien conoces y amas profundamente, pero das por sentado que siempre estará allí? Puedes perderlo un día, que alguien lo arranque de tu vida, y esa persona ya nunca oirá lo que aún tengas para decirle”. En lo que respecta a la temática de la letra, aquí Gates abre su corazón y lo vuelca en agradecimiento hacia un ser a quien le debe prácticamente todo. Su vida, su libertad, sus mejores años, su forma de amar, su ejemplo. Es muy fácil pensar en una pareja que bien podría haber resignificado toda su vida -¿a quién no le ha pasado?-, o un encuentro con una deidad que bien pudo haber hecho lo mismo. Pero el buen David ha confesado que si bien todo eso podría ser cierto, él tomo como principal inspiración para este tema a su ya difunto padre: “Yo daría todo lo que tengo, daría mi vida, mi corazón, mi casa, sólo para tenerte de regreso. Sólo para poder abrazarte una vez más”. Triste, pero así es la vida… ¡Feliz Deprimartes!

martes, 10 de noviembre de 2015

Capítulo 144: “There She Goes”. The La’s. (1988)





Deprimartes admirador:



Recordemos todos ese momento histórico que marca el resto de nuestra existencia, en el que aparece una persona que innegablemente nos gusta. Nos hemos resistido a ver la realidad, la hemos querido contradecir con cuanto sofisma estuvo a nuestro alcance… Pero no. Esa persona conmueve nuestra vida: “Allí va ella. Allí va ella de nuevo, corriendo a través de mi cerebro”. Y algo nos pasa con todos esos sentimientos, obviamente… Tal vez nunca juntamos el valor para hablarle, o tal vez intentamos ser su amigo sin la menor reserva de dignidad, guardando como un tesoro la última esperanza de llegar a ser algo más un día de estos: “Allí va ella, soplando otra vez como un viento que palpita por mis venas”.



Los que se pelean se aman. Eso nos repiten desde nuestra primera infancia. Y tal vez sea justo eso lo que ocurre. Actuamos como si odiáramos a quien nos gusta, sencillamente porque ya no podemos transitar nuestra realidad de una manera simple, tal cual la habíamos vivido hasta ese entonces. Y terminamos por hacer piruetas poéticas para describir lo que nos ocurre: “Ella me llama por mi nombre, empuja mi tren, nadie más podría curar mis penas”.


The La’s ha tenido una extraña historia, sin dudas. Se trata de una banda de Liverpool –y por lo tanto, con el talento impreso en su genética- que tienen editado un único álbum, muy bien recibido por el público y la crítica, y del cual reniegan fuertemente. Tardaron años en grabarlo, y en más de una ocasión confesaron tocar mal en las sesiones de grabación de manera intencional, para que no se editara su disco. Y es que su líder, Lee Mavers, evidentemente no estaba en sus cabales. Basta ver la cara de loquito con que aparece en sus videoclips como para darse cuenta de que esto no es una simple postura. El buen Lee sufría de ataques repentinos de paranoia, los cuales le hacían dudar hasta de las lámparas que iluminaban sus conciertos, diciendo que tenían micrófonos ocultos… Y así demoró hasta el hartazgo la producción de su única placa hasta la fecha, con la excusa de no encontrar el sonido "correcto"; hasta que la compañía discográfica le dijo basta. Hoy nos quedan un puñado de excelentes canciones, como la  interesante “Timeless Melody”, y este gran éxito que aún acorrala al perseguido señor Mavers, como lo hace la chica de esta canción: “Ella sale de cacería por mi calle, y yo no puedo contener todo esto que todavía siento”. ¡Feliz Deprimartes!

martes, 3 de noviembre de 2015

Capítulo 143: “Walking After You”. Foo Fighters. (1997)





Deprimartes seguidor:



“Esta noche estoy enredado en mi sábana de nubes, soñando en voz alta. De hecho, siento que las cosas no funcionan sin ti”. Con esta muy poética frase arranca este delicado tema de la poderosamente rockera banda Foo Fighters, quienes cuentan como líder a Dave Grohl. El maestro Dave supo arrancar su carrera nada menos que tras la batería de un grupito llamado Nirvana… Por algún lugar se empieza, ¿verdad?... De hecho, llegó en su momento a ser considerado como uno de los mejores bateristas del mundo. Y luego de la muerte de Kurt Cobain, iba a dedicarse a ser el batería a tiempo completo de otro grupito llamado The Heartbreakers (conjunto de ese prócer llamado Tom Petty), pero a último momento juntó coraje y armó su propia banda… Y por allí anda todavía, dando cátedra de Rock.



“Si aceptas rendirte, ríndete un poco más. ¿Acaso no te sentiste adorada por mí? De hecho, no puedo estar sin ti. Estoy detrás de ti. Y si te alejas de mí, estaré caminando justo detrás tuyo”. El tema cuenta con muy poca letra, y en primer plano queda reluciendo la logradísima atmósfera sonora de esta canción; plena de cansinos arpegios de guitarra, y con la voz de Dave que sale de su garganta como si fuera un suspiro agotado. Es una invitación a escuchar relajado y dejarse llevar, como quien flota en el Mar Muerto sin miedo de hundirse.



El videoclip tiene la particularidad de no significar nada en particular –según la confesión tanto del cantante como del propio director del video-, pero es obvio que intenta ilustrar la desconexión de dos personas (muy posiblemente se trate de amantes) internados en algún tipo de neuropsiquiátrico, y que no logran comunicarse más allá del vidrio que los separa. Es una metáfora aplicable casi a cualquier pareja: “Otro corazón se parte en dos. Y yo sigo estando a tus espaldas”. Parece ser el mantra de cualquier relación sentimental. Una persona que te hace mal, pero a la cual sin embargo no puedes dejar… ¡Feliz Deprimartes!