martes, 7 de febrero de 2017

Capítulo 154: “Tonight Tonight”. The Smashing Pumpkins. (1995)



Deprimartes vaporoso:

Devenidos en emblema de todo adolescente con alma de “darkie”, The Smashing Pumpkins han sido una propuesta más que interesante dentro de la música norteamericana de fin de siglo. Con orígenes en el post-punk, esta banda siempre apuntó a más, a no quedarse en la simple virulencia de una música tan primal; y apuntaló su enorme crecimiento artístico en el lirismo de las letras de su líder Billy Corgan. Esta banda, que se caracterizó por tener siempre a una mujer al mando del bajo eléctrico, en su mejor momento editó el álbum Mellon Collie and the Infinite Sadness, el cual es considerado uno de los mejores de la década del ’90, tanto por la enorme cantidad de temas que brindó, como por su tono oscuro y depresivo. Ya su mismo título lo anuncia, porque si bien “Mellon Collie” es un juego de palabras que no significa nada, suena igual a la palabra melancolía. Así, el álbum nos prometía ya desde su portada la melancolía y la tristeza infinita: “El tiempo nunca es tiempo del todo. Nunca jamás podrás irte sin dejar atrás un pedazo de juventud. Y nuestras vidas han cambiado para siempre, nunca volverán a ser las mismas. Cuanto más cambias, menos sientes. Cree, créeme”. Podrán verterse barriles enteros de tinta sobre la música de la última década del segundo milenio, y debatir si para ese entonces el Rock & Roll ya estaba muerto o no, pero si hay algo indiscutible es que el arte de hacer los videoclips que acompañaban una canción había alcanzado una madurez imposible de soñar sólo unos años atrás. Y como prueba, que baste este botón: el video de este tema es una joya que nos remite a la sobria magia de las películas de los primeros años del Siglo XX. Muy especialmente a “Le Voyage dans la Lune” del genial director francés Georges Méliès, quien con la ayuda de su compañía de teatro plasmó en celuloide unas improbables y estrambóticas aventuras extramundanas, en las que llegó a poner en escena los primeros efectos especiales de la historia del cine.   

“Cree en que la vida puede cambiar, cree en que no estás atascada en un lugar sin esperanzas. No somos lo mismo, esta noche somos diferentes. Esta noche… Esta noche tan brillante”. Creer siempre nos ha llevado a lograr cosas insospechadas. Y aquellas viejas filmaciones francesas -tan románticamente rústicas- nos remitían a los escritos de Julio Verne, el padre de los sueños de la humanidad moderna; quien en sus escritos no tenía reparos en romper la barrera de lo imposible para viajar de la Tierra a la Luna, cruzar veinte mil leguas de viaje submarino, o dar la vuelta al mundo en ochenta días para terminar llegando hasta el faro del fin del mundo. Sus obras empujaban a un mundo que comenzaba a iluminarse, a creer, a probar sus límites, a alucinar con todo aquello que podría alcanzarse en un futuro cercano a través del progreso industrial.

“Y ahora sabes que nunca estuviste muy segura, pero ahora estás segura de que tal vez estás en lo correcto si decides ir hacia la luz. Y así las brasas nunca se apagarán en tu ciudad sobre el lago, el lugar en el que naciste. Cree, créeme”. Y aquí justamente la estética del videoclip nos deja espacio para hablar de una idea retrofuturista, una maravillosa ucronía que con el tiempo llegó a llamarse “steampunk”. Esa quimera de conquista de las fronteras del espacio que serían alcanzadas gracias a las máquinas movidas por la fuerza del vapor, tal como era imaginado allá por la época victoriana. Si bien hoy en día este subgénero de la ciencia ficción ha alcanzado una madurez envidiable, para la época de los libros de Verne y de las películas de Méliès, así era como la gente culta imaginaba el futuro posible.


Finalmente, el videoclip nos habla de un escape. Un escape de la Tierra, un escape de la Luna, un escape del fondo del mar... Quizás sea una metáfora del escape de Billy Corgan de su difícil infancia -¿qué artista no la tuvo?-. Bueno, pues; podría decirse que viajar en zepelín a la Luna también es una forma de escaparse. Tal vez sea porque la búsqueda de algo nuevo es siempre un escape… Supongo que depende del punto de vista de quien observe la travesía: “Cree en la resuelta urgencia del ahora, y si crees que no tendremos una sola chance esta noche, esta noche tan brillante… Entonces crucificaremos nuestra hipocresía esta noche, haremos las cosas bien, lo sentiremos todo esta noche. Encontraremos una forma de ofrecernos esta noche, todos los indescriptibles momentos de tu vida esta noche. Lo imposible es posible esta noche, cree en mí como yo creo en ti, esta noche”. Y allí se queda la Luna con cara enojona porque finalmente la humanidad se ha atrevido a revelar sus secretos. Y es que la raza humana, simplemente, no sabe que no es posible todo aquello que le es imposible; al igual que el abejorro no sabe que no puede volar, y por tanto vuela. Los sueños fogoneados por las ideas movidas a vapor de Julio Verne han hecho que el hombre siempre esté en movimiento, incapaz de comprender que existen lugares a los que tal vez no debería ir jamás. ¡Feliz Deprimartes!

2 comentarios:

  1. A este Corgan lo mismo lo odias que lo amas, lo que está claro es que no deja indiferente a casi nadie, lo cual afirmo como un halago.

    Tremenda canción, de mis favoritas, por eso la reseñé en mi propio blog. Aunque yo siempre seré más de Siamese Dreams

    Abrazo Carlos

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    1. ¡Gracias, estimado colega! Nunca he sido muy adepto a esta banda, pero gracias al trabajo que me demanda esta nueva temporada del blog, estoy conociendo y reconociendo artistas a los que no les había dedicado más que una mirada al pasar y con el rabillo del ojo. Este video es un logro en sí mismo, tan lleno de detalles sobre los cuales filosofar... Un premio para los sentidos. Gran abrazo de Rock.

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