martes, 16 de mayo de 2017

Capítulo 168: “Mountain Of Love”. Johnny Rivers. (1964)



Deprimartes montañés:

“Parado en la cima de una montaña, mirando hacia la ciudad que está abajo, siento la misma tristeza que siente un perro perdido. Las lágrimas caen por la ladera de la montaña. Tantas veces estuve aquí, tantas veces he llorado. Porque solíamos ser felices cuando estábamos enamorados, sentíamos que estábamos en lo alto de una montaña de amor”. Se me escapa una lágrima al escuchar este tema. Y es que yo crecí escuchando este tipo de canciones. Mis padres han sido toda la vida fanáticos enfermos de la música de Creedence Clearwater Revival y de Johnny Rivers. Les es imposible aún hoy, ya bien entrados en años, escuchar un tema como éste y no saltar de la silla y ponerse a bailar Rock & Roll de la manera clásica, esa forma de bailar que se aprendía agarrando el picaporte de una puerta. Tan conectados estuvieron siempre con esta música entre campirana y enérgica, que llegaron al segundo puesto de un concurso de baile de Rock… ¡Con mi madre embarazada de ocho meses, a punto de dar a luz a mi hermano! Y así fue que mi infancia estuvo siempre adornada por temas como “The Seventh Son”, “Memphis Tennessee”, “Secret Agent Man”, “John Lee Hooker ‘74”, “The Midnight Special”, o el que aquí les traigo: “Noche tras noche me quedo aquí arriba, parado en soledad; y mi corazón llora hasta que llega el frío y gris amanecer. Me la paso rezando para que te sientas sola y vengas aquí tú también, con la esperanza de que por casualidad pueda conseguir verte aunque sea por un instante. Trato con todas mis fuerzas de encontrarte por algún sitio aquí arriba, en esta montaña de amor”.

Este guitarrista y cantante sureño -en quien obviamente está basado el personaje que Val Kilmer interpreta en la comiquísima película “Top Secret”- nació llamándose John Ramistella, y recibió su nombre artístico de “Johnny Rivers” de parte de nada más ni nada menos que de Alan Freed, el mismo disc jockey a quien se le atribuye la invención del término “Rock And Roll”; y con este seudónimo que evocaba la fuerza del río Mississippi, tomó por sorpresa los charts americanos con apenas 22 años, gracias a una serie de exitosísimos singles: “Una montaña de amor, una montaña de amor. Deberías sentirte avergonzada. Nosotros solíamos ser como una montaña de amor, pero tú preferiste cambiarte de nombre”. Desde la década del ’80 en adelante, lo más notorio de su carrera ha sido el poner de moda la barba tipo “mosca”, que usó en casi todas sus presentaciones.

A pesar del tono festivo y despreocupado de la melodía, y de lo simple de la letra, es obvio que el protagonista de esta canción lidia con emociones muy hondas. Va a dejar secar su corazón destrozado en la cima de una montaña, como para emular el sentimiento que lo acompañaba mientras estaba en pareja, arriba de una montaña de amor y mirando al mundo a sus pies. Ese mismo tono despreocupado nos deja flotando en el aire una sensación de que en el futuro todo esto también quedará en el olvido: “Camino abajo vive medio millón de personas, y en algún lugar hay una iglesia con un alto campanario. Dentro de la iglesia hay un altar lleno de flores. Están sonando las campanas de casamiento, y deberían sonar por nosotros. Por eso es que estoy tan solo, mis sueños se fueron barranca abajo, desde lo alto de esta montaña de amor”. ¡Feliz Deprimartes!

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