Deprimartes insano:
“¿En
qué estamos viviendo? Deja que te cuente”. Y así comienza
esta diatriba, que por momentos suena casi rapeada, de parte de Jay Kay;
frontman y fundador de esta banda imprescindible desde los años ’90 a esta
parte. Y es que la música de Jamiroquai intentó ser definida con un término tan
vago como inapropiado como lo es “Acid Jazz”, cuando en realidad describe una
mixtura tan extraña como efectiva entre el Funk, el Disco, y los ritmos
afroamericanos. Y vaya si es una buena mezcla, ya que su resultado final es una
música que va desde el “Chill Out” al “Dance”, desde esa sensación agradable de
estar en la compañía de amigos al ritmo atrapante que te arrastra hasta una
pista de baile.
“Es
un milagro que el hombre al menos pueda alimentarse, cuando unos problemas tan
pequeños se han hecho tan grandes. Es como si hubiéramos conjurado algún tipo
de maldición sobre nosotros mismos. Y me encuentro con que le brindo todo mi
amor a este mundo sólo para encontrarme con que se me prohibe ver, que se me
prohibe respirar, y que ya no nos dejan estar juntos”. Una cosa con la
que se ha identificado siempre a Jamiroquai, además de la música más “cool” del
planeta, es con que por lo general sus letras suelen traer implícitas algún
tipo de mensaje social o ecológico. En este caso estamos ante una queja acerca
de lo tan regulada que está la sociedad en la que vivimos, que no nos permite siquiera
hacer aquellas cosas que nos harían sentir libres: “Y
nada va a cambiar la forma en la que vivimos, porque parece que sólo podemos
tomar lo que nos dan, pero no nos permiten aportar nada. Y ahora todo parece
que está cambiando para peor. Es un mundo loco este en el que vivimos, y no
logro ver a esa otra supuesta mitad del mundo que está inmersa en el pecado”.
“Es todo lo que podemos hacer por esos futuros
enteramente fabricados con la locura virtual que hay ahora, ya que siempre
parecen estar gobernados por el amor que sentimos por nuestra nueva retorcida e
inútil tecnología. Hasta el día en que ya no haya más sonidos, ya que continuaremos
nuestra vida enterrados bajo el suelo”. Es increíble
que la letra de esta canción de mediados de la última década del Siglo XX
anuncie con tanta certeza lo que se vendría, y que vaya tan acorde a lo que
ocurre ya bien entrado el Nuevo Milenio. Y es que la tecnología ha ido
apropiándose cada vez más de nuestra vida. Tal es así que hoy vivimos un corte
en el servicio de luz como si fuera una catástrofe bíblica. Necesitamos tanto
de nuestra tecnología, que efectivamente pasa a convertirse –y a convertirnos-
en algo retorcido e inútil. Parece ser que la clave de este futuro es el
siguiente lema: teléfonos cada vez más inteligentes y gente cada vez más
estúpida: “Y estoy pensando en qué lío estamos
metidos. Es difícil saber siquiera por dónde comenzar. Si tan sólo pudiera
aflojar estos enfermizos lazos con los que el hombre común se ha aprisionado.
Porque parece que ahora toda madre puede escoger el color de su hijo, y esa no
es la manera en que la Naturaleza actúa; o al menos eso fue lo que me dijeron
hasta ayer. Y ahora resulta que no nos queda más que rezar, así que creo que es
tiempo de que yo funde mi propia nueva religión. Es tan loco, porque parece que
vamos encaminados a sintetizar una nueva variedad de seres humanos. Hay algo en
estos futuros que se avecinan que tendría que ser denunciado”.
“Ya
no hay sonidos, porque todos estamos viviendo bajo el suelo. Y ahora sí que lo
que hay es locura virtual, así que vete olvidando de tu realidad virtual. Sé
que no hay nada tan malo como esto”. Aquí hay que hacer una mención
especial al videoclip de este tema. Su director fue Jonathan Glazer, genio
detrás de las cámaras de joyas de la historia del video como “The Universal” de
Blur, y “Karma Police” de Radiohead; y en este caso no se queda atrás con la
creatividad, ya que este es considerado uno de los videoclips más memorables de
todos los tiempos. La falta de lógica con que las cosas se mueven en este
cuarto trata de graficarnos aquello en lo que estamos viviendo hoy en día, tal
cual nos lo quiso explicar Jay Kay desde el comienzo: “Locura virtual.
Eso es en lo que estamos viviendo”. ¡Feliz Deprimartes!
Habla del juego.....
ResponderBorrarTodas sus letras tienen el contexto de impotencia y prohibicion...
Entre líneas hay que buscar...
Bueno, esto es bastante cierto hoy:
ResponderBorrar"Y me encuentro con que le brindo todo mi amor a este mundo sólo para encontrarme con que se me prohibe ver, que se me prohibe respirar, y que ya no nos dejan estar juntos”
Gracias por sus comentarios. La alienación está a flor de piel en la letra de esta canción.
ResponderBorrar