martes, 29 de abril de 2014

Capítulo 81: “Handle With Care”: Traveling Wilburys. (1988)




Deprimartes legendario:

George Harrison, con una ayudita de sus amigos, se armó esta mega banda para decirnos que la vida misma parece tener una fijación obsesiva con el hecho de darnos una paliza a diario. Así que, por favor, espero que ese no sea tu caso; y que me trastes con cuidado: “He sido golpeado y derribado, me despidieron y me dispararon. Tú eres lo mejor que me pasó, así que trátame con cuidado. Mi reputación puede cambiar, por el momento la situación es tolerable; pero tú eres adorable, así que trátame con cuidado”.

¡Quién tuviera amigos así! Aqí los tenemos a Roy Orbison, probablemente la mejor voz que pasó alguna vez por el Rock, a Bob Dylan, el más grande poeta del Folk, a Jeff Lynne, que llevó al máximo eso de mezclar la Música Clásica con los ritmos modernos en su Electric Light Orchestra, y al juglar sureño Tom Petty, de quien en anteriores Deprimartes he confesado que me gustaría reencarnar cuando me muera. Todos acompañando al ex Beatle místico en esta aventura musical con aires de salida de compinches, para contarnos que la realidad golpea muy duro, y que cuando la vida nos tira al piso lo mejor que podemos hacer es levantarnos; no sólo para seguir adelante, sino porque la vida, cuando nos ve en el suelo, siempre intenta patearnos en la cabeza: “Me han estafado y me han tomado por idiota. Me robaron y me ridiculizaron, tanto en reformatorios como en la escuela nocturna. Así que tú trátame con cuidado. Estuve varado en aeropuertos, aterrorizado, me han mandado a reuniones estando hipnotizado, fui sobre expuesto y comercializado. Así que tú, por favor, trátame con cuidado”. Rescato el empeño que pone el protagonista de la letra para seguir su pelea, como si fuera un acto reflejo. Hay que seguir, al menos por uno mismo, ya que no queda otra opción: “Estuve muy tenso y hecho un desastre, pero de a poco me estoy arreglando solo; o al menos eso espero. ¡Ya huelo el dulce aroma del éxito!”.


Estos muchachos entendían a la perfección ese oculto placer de evadirse del mundo tan sólo para zapar con amigos. Dejar todo atrás, preocupaciones, obligaciones, deberes y honores; y ponerse detrás de un instrumento musical para convertirse en el engranaje que haga que un esfuerzo artístico en conjunto funcione. Entenderse sólo cruzando miradas, sin poder hablar para no perder la cadencia de versos y coros. Hacer señas con las cejas; ya que las manos están demasiado ocupadas haciendo algo que eleva nuestro espíritu. Reírse juntos de errores, alegrarse al encontrar nuevas ideas, batallar ideológicamente para decidir qué dirección tomar, frustrarse ante la falta de avances, volverse loco escuchando el mismo tema una y otra vez sólo para tratar de encontrar aquél detalle que falta. No hay muchas maneras de describir lo que esa experiencia extática significa. Sólo el que participa de alguna forma colectiva de arte me entenderá: “Estoy tan cansado de estar solo, todavía tengo tanto amor para dar. Por favor, ¿me demostrarías que te importa lo que digo? Todos tienen a alguien sobre quien apoyarse. Pon tu cuerpo junto al mío, y soñemos juntos”. ¡Feliz Deprimartes!

martes, 22 de abril de 2014

Capítulo 80: “Had A Dream (Sleeping With The Enemy)”: Roger Hodgson. (1984)




Deprimartes cavernícola:

¿Toda la historia de la humanidad es una realidad o un sueño? ¡O tal vez peor! ¿Es una pesadilla?: “Tuve un sueño, había nacido para estar indefenso en el ojo de la tormenta, y ahora que está justo frente a mí, ¿qué me irá a pasar? Quién lo sabe. Tuve un sueño, era hora de que me pusieran en el frente de batalla, pero justo en ese lugar nadie querría estar. ¿Sabes? Se siente como dormir con el enemigo”.

Roger Hodgson dejó Supertramp después de haber escrito clásicos como la genial “The Logical Song” y “Breakfast In America”, y se largó a su carrera como solista. Aquí siguió con su costado filosófico, y el videoclip de esta canción toma un punto de partida a lo Odisea 2001; llevando al niño estelar a despertarse de un sueño en el que fue un cavernícola evolucionando a través de toda la historia de la Humanida: “Tuve un sueño, estaba en la guerra, y nadie podía decirme por qué peleábamos. Pero seguro era algo sobre lo que ellos podían mentirnos, y era algo por lo que nosotros podíamos morir, ya sabes como es esto. Fue siempre así, en todas partes, cuando ves que hay gente con la cara pintada con barro; sabes que no va a ser una cara con la que te quieras encontrar”.

La canción se pregunta sobre la esencia de la vida misma, y sus consecuencias naturales, la guerra, las mentiras, las dudas: “Tuve un sueño, era el momento de ser el testigo en la escena de un crimen. Eso sí que es algo para analizar, para criticar… Ya sabes. Así que esperamos, y dudamos, y de esa manera cometemos un tremendo error, sea cual sea el asunto”. Y termina por llegar a una conclusión interesante: “No me preocupa lo que traiga el futuro, me importa un rábano todo lo demás; sería feliz si tan sólo me dejaran tranquilo. Pero es hora de que me mantenga firme, porque sé que no tendré otra oportunidad, y ahora sé que tengo que valerme por mi cuenta”. El hombre  pasa de ser un boceto de sí mismo como un aborigen con la cara pintada a convertirse en el ser supremo, el dueño del poder atómico que permite definir una guerra mundial. Luego de caer en el abismo de sus propias dudas, de sus propias divisiones, sobre el final parece entender que el destino, está más allá… Está en las estrellas.


Roger canta con la valentía necesaria como para ser el primer artista en protagonizar un mega éxito en taparrabos. Y en medio de toda esta revelación, parece tener un segundo de cordura, como para volver a lo básico. El recuerdo de sus querencias: “Mary, ¿puedes escucharme? ¿Puedes decirme que significado tienen estos sueños? Contemplo todo lo que vi en mi vida, como si mirara una fotografía… Y tan sólo me gustaría abrazarte”. ¿Sueño o realidad? ¿Pesadilla o despertar? A lo mejor estamos durmiendo con nuestro propio enemigo interno… En fin… ¡Feliz Deprimartes!

martes, 15 de abril de 2014

Capítulo 79: “Ride A White Swan”: Marc Bolan & T. Rex. (1970)




Deprimartes etéreo:

De la mano de T. Rex, soñemos que estamos en un mundo mejor. Soñemos y soñemos, tal vez terminemos por alcanzar esos sueños: “Viaja como si fueras un pájaro por los caminos del cielo, viaja como si fueras un ave. Vuela como un águila a través de un rayo de sol, vuela como si fueras un ave”. En el hecho de soñar radica el balance que nuestro cerebro le da a los sinsabores de la realidad. Es la dosis de alma que nuestro inconsciente le inyecta a la vida.

Marc Bolan, el líder de T. Rex, literalmente creó el Glam Rock, la evolución del Rock & Roll en los primeros años ’70, que consistía de una terrible potencia rockera, letras con contenido épico, una puesta en escena donde predominaba el uso de lentejuelas y de todo lo que brille, y una estética ambigua desde lo sexual. Además, tocaba la guitarra como los dioses -llegó a participar en grabaciones de la Electric Light Orchestra, nada menos; además de tocar con Elton John, Ringo Starr y Tina Turner, entre otros-: “Atrapa una estrella brillante y ponla sobre tu frente, pronuncia un par de hechizos y todo estará resuelto. Consigue un gato negro y siéntalo sobre tu hombro, y para la mañana siguiente ya serás todo un sabio”.

Verán en este viejísimo videoclip que él tiene muchos de los comportamientos en escena que luego imitaron todas las estrellas que le siguieron. También compuso hitazos, como su potentísimo “20th Century Rock” o su archi-mega-híper conocidísimo “Get It On”, pero antes de morir en un trágico accidente de autos sin haber cumplido treinta años –y eso que el pobre de Marc le tenía tanto miedo a los autos que ni siquiera sabía manejar-, lo que más hizo fue soñar y enseñar a soñar: “Usa un sombrero de punta, como los druidas en los días antiguos, usa un sombrero de punta y una toga tatuada. Monta sobre un cisne blanco, como hace la gente en los festivales de mayo, y déjate el pelo largo, así nada podrá salir mal”. Sigamos soñando, que para deprimirnos, ya está la realidad. Hasta siempre, querido Marc; por aquí se extraña tu característico uso y abuso del vibrato caprino a la hora de cantar. ¡Feliz Deprimartes!


martes, 8 de abril de 2014

Capítulo 78: “No Milk Today”: Herman’s Hermits. (1966)





Deprimartes lácteo:

“Hoy no hay leche, mi amor se ha ido. La botella está ahí vacía, todo un símbolo de lo que traerá el día. Hoy no hay leche, y aunque parece algo normal; la gente sigue de largo sin darse cuenta, y yo no entiendo por qué”. Esta simple bandita de los ‘60, sin mucho talento, aquí da en el clavo. Una melodía simple y con un interesante arreglo de violines, logra una tonada otoñal y evocativa sobre un amor que ya no es: “Y todo lo que quedó es un espacio oscuro y solitario, lo que antes fue una casa soleada en los suburbios, ahora se convierte en un altar cada vez que pienso en ti, lo cual hago frecuentemente”.

Los Herman’s Hermits fueron un grupito más que venía del Reino Unido a probar suerte en América. Último remilgo de lo que se llamó La Primera Invasión Británica (que trajo a The Beatles, The Stones, The Who, The Kinks, etc.), estos no escribían ni producían sus canciones. Tuvieron un par de éxitos como la inolvidable “I’m Into Something Good” -revitalizada en la película “La pistola desnuda”- y  como “I’m Henry The VIII, I Am”, la cual el cantante Peter Noone interpretó en el show de Ed Sullivan con la gracia propia con la que cantaría un retardado mental. No es de extrañar que no hayan sobrevivido a la evolución psicodélica del rock. Pero antes de desvanecerse dejaron esta joyita: “Hoy no hay leche, y no siempre fue así. Cuando estábamos juntos, todo era alegre, transformábamos la noche en día. Mientras la música sonaba bailábamos cada vez más rápido. Así fue como nos enamoramos, ese fue el comienzo de nuestro romance”.


Un joven le da una simple mirada a una botella vacía en la puerta de la que fue su casa, el servicio del lechero cancelado, algo que significaba que ya nadie viviría allí; y comienza a plantearse cómo es que todo el mundo sigue su vida normalmente mientras su interior quedó devastado por la separación: “¿Pero cómo podrían ellos saber lo que significa este mensaje? El fin de mis esperanzas. El fin de todos mis sueños. ¿Cómo podrían saber ellos que tras esta puerta había un palacio en el cual mi amor reinaba como una reina?”. Típico… Un simple detalle nos lleva a filosofar profundamente. ¿A quién no le pasó? ¡Feliz Deprimartes!

martes, 1 de abril de 2014

Capítulo 77: “Build”: The Housemartins. (1987)



Deprimartes albañil:

The Housemartins fueron una brevísima banda inglesa de finales de los años ’80, que con tan sólo dos discos logró cosechar un buen puñado de éxitos perdurables. Tal vez el dato más llamativo de esta gran agrupación sea el hecho de que su bajista, de nombre Norman Cook, comenzó una carrera en la música electrónica adoptando el nombre de… ¡Fatboy Slim! Nada más ni nada menos.

Iba a hacer una reflexión liviana sobre este hermoso y tranquilo tema que me llena el alma, pero la letra me llevó a lugares familiares: “Esos hombres con enormes botas vinieron y excavaron. Excavaron mi guarida y mis raíces. Nos trataron como si fuésemos de plastilina. Nos construyeron, y a la vez nos derribaron. Vienen preparándose desde el Mecano y los bloques de Lego, y aquí vienen con un ladrillo en la mano. Estos hombres con la cabeza llena de arena, diciéndote que todo se trata de construir”.

Estuve muchos años de mi vida participando de una institución en la cual había que vivir preguntándose si tal pensamiento o tal actividad “nos construía”. Frases tan vacías y lamentables como “¿eso me construye?” o “esto no me edifica” formaron parte alguna vez de los círculos que frecuentaba. Un fragmento de esta letra que podría tener un mensaje positivo, como: “Construir, una casa en la cual quedarnos, y agregar un poquito más cada día. Construir un camino para que podamos cruzar, y así construir y construir y construir”, me arrancan hoy una sonrisa patética sobre lo que fue mi pasado remoto. No era construir, era adoctrinar: “Otros hombres que bajaban silbando de camionetas amarillas, vinieron a enseñarnos usando diagramas. Nos mostraron cómo eran las cosas, y lo dejaron por escrito, por si teníamos dudas”.


No creo que un dogma sea algo malo cuando es uno mismo el que lo elige, el tema es cómo lo ejercitan aquellos que están a nuestro alrededor, y cómo pretenden que uno lo ejercite: “Lento, muy lento; rápido, rápido, muy rápido, de pared a pared y ladrillo por ladrillo, trabajan tan rápido que te hacen sentir mal, porque sólo se trata de construir”. Construir sin pensar… De eso en realidad se trata. Me encanta el final del video, donde de tanto construir los miembros del grupo terminan emparedados y dados por muertos –para ese momento, la banda ya se estaba separando-: “Abajo con todo, y arriba los ladrillos. Que vengan las botas, y afuera con las raíces. Con estos trajes se hacen los nuevos reclutas. Sólo se trata de construir”. Tal vez la idea sea preguntarse si esto me construye... ¿No lo hace? ¡Cuánto mejor entonces!... Feliz Deprimartes.