Deprimartes reiterativo:
“Estoy volviendo a ti, justo como hice antes.
Fui un chico solitario desde que me fui de nuestra casa. Si hay una vida para nosotros
dos juntos, no lo sé; pero lo que sí sé es que no puedo continuar viviendo así.
Todo ese tiempo que pasé solo ya no tiene nada más que darme, es sólo una
repetición. Así que estoy volviendo a ti. Repetición, lo único que sé hacer”. Es increíble cómo esta letra tan
simple describe de una manera vívida ese proceso que de tan naturalizado que
tenemos apenas sí lo registramos. Una y otra vez nos dedicamos a tropezar con
la misma piedra, como si fuéramos un Sísifo moderno; como si reventarnos los
pies contra ese adoquín constituyera el significado supremo de nuestra
existencia. Eso se llama círculo vicioso, y cuando se trata de amor, caemos en
ese rosario de errores casi con orgullo, alardeando de ello como si se tratara de
una medalla al valor que adorna nuestro pecho: “Estoy
volviendo a ti, esta vez para quedarme. Si hay algo que aprendí es que no puedo
estar alejado de ti”.
Information Society es una banda cuya mayor significación en
la memoria colectiva ha sido la de represetar la respuesta americana a las
bandas electrónicas que llegaban desde Europa, como Depeche Mode, Alphaville,
Erasure, o Pet Shop Boys. Es por eso que aún hoy conserva una base de admiradores
bastante nutrida. Paul Robb en teclados y James Cassidy en el bajo
aportaban la base para la voz de Kurt Harland, quien solía entrar al escenario andando
sobre rollers sólo para hacer enojar a sus compañeros de equipo. En el
videoclip de esta canción se los ve jugueteando con restos de electrodomésticos
en medio de un rincón urbano de casas derruidas. Cosas rotas por doquier le
aportan un panorama bastante desolador a esa supuesta vida que nos toca vivir cuando
salimos del círculo vicioso al que ahora queremos volver. Más vale malo
conocido… : “La vida que llevé por mi cuenta ya no tiene un lugar para que
la viva”. Salir de lo conocido es aventurarse a la nada misma, y
si no tenemos una mentalidad abierta como para convertir los despojos que
encontramos en algo útil a nuestra vida, será como habernos ido a vagar por el
desierto y volver sin haber aprendido nada de nosotros mismos.
A veces nuestro falso optimismo nos lleva a fantasear con
ensoñaciones de un regreso glorioso coronado por un futuro mejor. Pero si hay
algo que es bien consabido es que es imposible esperar resultados distintos si
repetimos una y otra vez el mismo proceso: “Y
todavía puedo imaginar cómo vas a abrazarme, de la misma manera en que una
enorme ola rompe en cámara lenta”. Tal vez la próxima vez no haya ningún
abrazo esperando nuestro retorno. ¡Feliz Deprimartes!