martes, 26 de enero de 2021

Capítulo 259: “If This Is It”. Huey Lewis & The News. (1984)

 



Deprimartes terminado:

 

Huey Lewis es el cantante y lider de la banda “The News”, quien no sólo se cansó de tener éxitos en los años ’80 sino que se ha dado el gusto de actuar en películas comerciales. En una de ellas no sólo actuó sino que aportó uno de los temas más conocidos de su carrera, “The Power Of Love”, la canción de la película “Back To The Future”. Dominó los charts durante su época, pero como toda banda ochentosa, adoptó un perfil comercial mucho más bajo en la siguiente década y pasó a convertirse sólo en un acto para ser visto en vivo. De su enorme cantidad de hits hoy repararemos en uno que nos habla sobre una de las tantas rupturas de pareja que se viven en el mundo cada día: “Te estuve llamando durante todo el día, y escuché que decías ‘dile que no estoy’, y si bien ahora lo estás confesando yo todavía siento como si tuviera que adivinar si estás mintiendo o no. Me has tomado por tonto durante demasiado tiempo”. Casi siempre son distintas las formas en que las dos partes de una sociedad afectiva enfrentan una separación, aunque en mayor o menor medida ambas partes atraviesen por las mismas etapas de una crisis, sólo que a destiempo. Así se sucederán la negación, la evasión, las mentiras, las escenas, la frustración, etc.: “Nena, no mientas sólo para no lastimarme, no llores mientras me dices que está todo bien. No trates de inventar más mentiras, porque prefiero que terminemos si ya no voy a poder creerte nunca más”.

 

Es muy doloroso darse cuenta de que el amor de a poco se nos ha ido terminando. Generalmente, aunque no siempre, esto se presenta como un ciclo irreversible; solemos darnos cuenta de que ya no queda pasión cuando es demasiado tarde. El cariño profundo que alguna vez nos profesamos con esa otra persona tan especial se va convirtiendo en muchas otras cosas, cada una más horrenda que la anterior. Donde hubo ardor ahora hay apatía, donde hubo afecto ahora hay resentimiento, donde hubo confianza hoy sólo queda incomodidad, donde hubo alegría hoy reinan unos inexplicables sollozos. Todo se ha terminado, pero aún no nos hemos dado cuenta. Hará falta un trabajo ciclópeo para tratar de reavivar una hoguera que hoy agoniza bajo un túmulo de cenizas: “Si esto ha sido todo, por favor dímelo. Si esto ya no es amor, lo mejor es que me lo digas. Si esto se terminó, necesito saberlo. Si esto ya no es amor, nena, tan sólo dimelo”. A mi humilde entender, un sinceramiento siempre es lo mejor, por doloroso que sea. Al mal paso darle prisa, decían las abuelas.

 

“Tú has estado pensando y yo he estado bebiendo, los dos sabemos que las cosas no están bien. Pero ahora haces de cuenta que esto no se está terminando, y puedes decir cualquier cosa con tal de evitar una pelea”. A los ojos actuales, el humor de este videoclip es cuanto menos naif y de un gusto cuestionable, muy en sintonía con los productos fílmicos que se producían por esos años. Este video no sólo cae en constantes lugares comunes mostrando a una playa como un simple coto de caza para cualquier mujeriego que se precie de tal, sino que hasta remata la historia con el gag de la aleta de tiburón en la arena, una broma robada de algún cartoon. Aún así cumple esperablemente con la premisa de idealizar un día de playa como un evento lleno de alegría al cual nadie debería faltar. Todos preparan sus ropas y todo lo que llevarán a la playa, excepto el pobre desdichado de Huey Lewis que entiende que su novia ahora es su ex: “Nena, no me mientas diciéndome que me necesitas”. Queda como corolario el simplismo del final donde un nuevo amor caído del cielo aparece y la alegría se renueva. Increíblemente, la letra resulta ser bastante más práctica y realista que el guión del videoclip: “Estaré bien de una manera o de otra, así que déjame partir o haz que quiera quedarme”. ¡Feliz Deprimartes!


https://www.youtube.com/watch?v=AaTQAaJWW54&list=PLSmFIhhhZQL87vlF3B3duRNR2eCLxDtmS




martes, 19 de enero de 2021

Capítulo 258: “Rasputin”. Boney M. (1978)

 



Deprimartes zarista:

 

“Hace mucho tiempo vivió cierto hombre en Rusia. Él era fuerte y corpulento, y su mirada ardía como las llamas. La mayoría de la gente sentía terror ante él, pero a las chicas de Moscú les parecía todo un amor. Él podía hablar sobre la Biblia como todo un predicador, lleno de éxtasis apasionado; pero también era el tipo de maestro que toda mujer desearía tener”. La letra de esta canción se toma ciertas licencias para retratar la vida de un personaje controversial si los hubo: Grigori Yefímovich Rasputín, un supuesto sanador milagroso que se convirtió en consejero de la Casa Real y pasó a tener una gran influencia en los círculos más altos de poder de Nicolás II, último Zar de Rusia: “Ra-Ra-Rasputin, amante de la Reina de Rusia. En todo esto sí que hubo gato encerrado. Ra-Ra-Rasputin, la más grande máquina amatoria de toda Rusia; fue una vergüenza cómo terminó su historia”.

 

Pocas cosas son comprobables con respecto a la historia de este hombre tan discutido, y aunque ya lleva más de un siglo muerto el imaginario popular se ha encargado de dotar su vida de un mosaico de atrocidades que seguramente no llegó a cometer. Pero esto es lo que nos ha quedado del estereotipo del Monje Negro, ese personaje cercano al poder y que suele digitar los destinos de los demás como un titiritero que opera anónimamente desde las sombras. La descripción obviamente abreva en la figura de Rasputín: “Gobernó sobre todo el territorio ruso y nunca le preocupó lo que pensaba el Zar, pero bailaba la danza cosaca de manera maravillosa. Él era el hombre por el que pasaban todos los asuntos del Estado, pero en lo que sí era bueno era cuando tenía una jovencita entre sus manos. Para la Reina él no era ningún charlatán, si bien ella había oído los rumores de sus actividades; ella creía ciegamente en que él era un santo sanador que curaría a su hijo”.

 

Boney M fue un grupo de claro sonido Disco que estaba conformado por cantantes provenientes de las Antillas. Sus integrantes se llamaban Marcia Barrett, Maizie Williams, Liz Mitchell y el acrobático Bobby Farrell, aunque hasta el día de la fecha es discutible quiénes han cantado en cada una de sus canciones y quiénes no. Esto no debería extrañar a nadie, puesto que quien está realmente detrás de este número musical no es otro que el infame productor alemán Frank Farian. Si este nombre no es del todo conocido, debería serlo, puesto que para finales de la década de los ’80 fue el responsable de poner sobre un escenario uno de los números musicales con peor reputación de la historia. Ocurre que por aquellos años el buen señor Farian tenía en su poder algunas canciones interesantes de una ignota banda norteamericana compuesta por militares, y al no ver potencial comercial en la estética de este grupo decidió perstarle atención a dos jóvenes y pintorescos bailarines afroamericanos. Se le ocurrió que ellos podrían presentarse haciendo playback sobre el sonido de las canciones originales, y así fue como alcanzó el éxito mundial un discutido proyecto llamado Milli Vanilli. Lo que sigue es historia: llegaron al Nº1 y ganaron un Grammy, pero cuando la farsa fue descubierta se vieron obligados a devolver el premio y a recibir a cambio el desprecio del público. Algo similar a lo que le ocurrió a Rasputín cuando sus maquinaciones lo hicieron caer en desgracia: “Pero cuando sus borracheras, su lujuria y su hambre de poder comenzaron a hacerse conocidos por más y más gente comenzaron a escucharse cada vez más fuerte las demandas para hacer algo sobre este hombre indignante”. Como dato de color, consta en actas el hecho casual de que el cantante Bobby Farrell muriera en Rusia el 30 de diciembre 2010, luego de una presentación en San Petersburgo, con lo cual falleció en la misma fecha y en la misma ciudad que Rasputin: "’Ese hombre tiene que morir’ dijeron sus enemigos, pero todas las mujeres rogaron: ‘Por favor no se les ocurra lastimarlo’. Sin dudas este Rasputin tenía muchos encantos, porque si bien era un bruto ellas caían en sus brazos. Entonces una noche, unos funcionarios importantes le tendieron una trampa para matarlo y quedar libres de culpa. ‘Ven a visitarnos’ le insistían una y otra vez, hasta que él finalmente fue a verlos”.

 

“Pusieron veneno en su vino”. Finalmente las intrigas palaciegas de Rasputín hicieron que algunos miembros de la Corte lo vieran como una verdadera amenaza y planearan asesinarlo. Pero es conocida la historia de cómo este oscuro personaje místico se resistía a morir: “Él lo bebió todo y dijo: ‘Me siento perfecto’”. Hicieron falta varios intentos para que finalmente pudieran acabar con su vida y el Zar estuviese libre de su nefasta influencia: “Ellos no se rindieron, querían ver rodar su cabeza”. Su deceso, junto con el asesinato de toda la familia real ocurrido un año y medio después, abriría las puertas para que los bolcheviques tomaran el poder y Rusia pasara a convertirse en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas: “Así que le dispararon hasta que lo mataron”. Envenenado, abatido a disparos, su cuerpo arrojado a un río de aguas congeladas… Nada parecía ser suficiente para acabar de una vez y por todas con la leyenda del Monje Negro, una figura espectral que aún se replica el día de hoy, aguardándonos en los pasillos poco iluminados de cualquier círculo de poder. Con la frase final de la canción se nos grafica esa extraña mezcla de fascinación y miedo que en los corazones occidentales ha despertado desde siempre la Madre Rusia: “Oh, esos rusos”. ¡Feliz Deprimartes!

https://www.youtube.com/watch?v=SYnVYJDxu2Q




martes, 12 de enero de 2021

Capítulo 257: “Because”. The Dave Clark Five. (1964)

 



Deprimartes quinquenal:

 

Hasta el advenimiento del nuevo siglo ha sido muy común que la figura masculina fuese vista en una pareja como la de aquel que protege, quien provee de seguridad a su contraparte femenina. Esto tiene una raíz que se hunde en lo profundo de los tiempos, ya que desde la aparición de nuestra especie el hombre tenía como funciones justamente esas: proteger y proveer. Las obligaciones intrínsecas del macho prehistórico eran salir a cazar un mamut para alimentar a su familia y luchar contra amenazas como los osos de las cavernas para garantizar la seguridad de los suyos. Con el paso de las eras, esto ha devenido en un formato bastante más liviano. Podría pensarse que por suerte ya no hay que enfrentarse a tigres con dientes de sable, pero el otrora cavernícola hoy debe vérselas con algo mucho peor: la novia ofendida. Ahora parece ser que el mayor desafío del especimen masculino se ha transformado en la supuesta responsabilidad que cae en el hombre por contener los vaivenes emocionales femeninos. Nada más alejado de la verdad: no somos responsables de la felicidad de nadie. No estamos sobre esta tierra para jugar a ser el genio de la lámpara ni para andar concediéndole deseos a alguien a cambio de afecto. Pero cuando el amor entra en la vida de un hombre, su cerebro parece volverse una papilla viscosa que lo hace dejar estas certezas de lado sólo para poner su espada al servicio de la dueña de su corazón: “Está bien que yo deba preocuparme por lo que sientes y que intente hacerte feliz cuando estás triste. Y está bien. Creo que está bien que yo me sienta de esta manera, simplemente porque te amo”.

 

La imagen de la persona amada se vuelve sacra, y es doloroso no pensarla todo el tiempo. Deseamos que nuestro Yo se disuelva en el plural de una pareja, y de ser seres racionales nos dedicamos a involucionar hasta convertirnos en poco más que una ameba que ama: “Sería un error decir que yo no pienso en ti, porque cuando dices eso sabes bien que me siento muy triste”. Pero no debería ser así. Si bien es prácticamente imposible resistirse al embrujo del amor, a esta altura de la historia cualquier australopithecus ha aprendido que ese sentimiento arrebatador dura sólo unos meses, para luego darle paso a lo que será alguna clase de rutina. Si será buena o mala, dependerá de la madurez que hayamos alcanzado como seres evolucionados.

 

Cantando sobre todo esto con la inocencia típica de su época estaban The Dave Clark Five, una banda que formó parte en 1964 de la famosa Invasión Británica de Norteamérica liderada por The Beatles, con quienes rápidamente la prensa intentó cimentar una rivalidad comercial. Han sido la banda que más veces se presentó en el Show de Ed Sullivan, y tuvieron un cierto renombre porque su single “Glad All Over” reemplazó en el Nº1 a “I Want To Hold Your Hand” de los Fab Four, después de que éste permaneciera durante cinco semanas en la cima de los charts británicos. El líder de la banda era quien le daba nombre al grupo, el baterista Dave Clark; quien además actuaba como mánager del conjunto y productor de sus temas. No pocos han señalado que los manejos económicos de Clark eran cuanto menos leoninos con respecto a sus pares de equipo. Todos los temas terminaban siendo coescritos por él, aunque no hubiese aportado una sola línea, y siempre quedaban a su nombre los derechos de todo lo referente a la banda. Por detrás de la imagen tan limpia de ese quinteto que cantaba alegres canciones había una realidad económica bastante más oscura: “Así que dame un beso y sólo con eso seré feliz, tan sólo por estar contigo. Dame tan sólo una chance de estar cerca de ti, simplemente porque te amo”. Obviamente, y como le ocurrió a muchas de las bandas británicas que llegaron a América, el no haber sabido adaptarse a la llegada del Rock Psicodélico terminó con la vida del grupo; separándose en 1970. Pero no todo ha sido tan sombrío: como corolario de esta historia nos queda la hermosa versión de esta canción que grabó Julian Lennon, el hijo del beatle John, en 1985, para el musical de Dave Clark llamado “Time” en el cual también participaron glorias de la música como Freddie Mercury, Stevie Wonder y Cliff Richards. Como el amor mismo, una canción también puede resurgir de las cenizas. ¡Feliz Deprimartes!


https://www.youtube.com/watch?v=_7zmZRqUYq0



martes, 5 de enero de 2021

Capítulo 256: “Apocalypse”. Cigarettes After Sex. (2017)

 



Deprimartes apocalíptico:

 

“Saltaste desde puentes que se derrumbaban mientras observabas como la ciudad se convertía en polvo. Ibas filmando helicópteros que se estrellaban en el océano desde lo alto”. A través de la letra nos persiguen unas imágenes oníricas en las que dos almas se encuentran y desencuentran en diversos escenarios. Es como si la desventura diera saltos entre distintos sueños confusos, dejando tras de sí un rastro sin significado aparente. ¿Quién no se despertó de un sobresalto y se trabó de inmediato en una llave de lucha grecorromana con su propio cerebro, intentando que éste confiese esos sueños que ocurrieron hace instantes y que se hunden rápidamente en el olvido?

 

Mi experiencia es bastante particular con esta clase de canciones, ya que me conducen a un lugar de una hermosa melancolía que siempre me invita al dulce desahogo del llanto. Es un estadío en el cual las lágrimas simplemente brotan. No es tristeza en sí misma, es una sensación de disfrute por el simple hecho de estar experimentando un sentimiento puro y verdadero. Es un alivio para el alma sobrecargada de frustraciones. Y sé que en las profundidades más oscuras de nuestro ser algo sonríe tiernamente cuando reconoce que a alguien más le afectan de manera similar este tipo de melodías: “Tienes la música dentro tuyo, nena, dime por qué. Has estado encerrada aquí adentro desde siempre y simplemente no sabes cómo decir adiós”.

 

“Besos en la frente de amantes envueltos en tus brazos. Los has estado escondiendo en pianos vacíos abandonados en la oscuridad”. Hacia fines del último siglo comenzó a abrirse paso en el bajomundo artístico un subgénero del Rock que nació como respuesta al ruidoso Grunge de principio de los años ’90. Es conocido por nombres como Sadcore, Slowcore, o hasta Dream Pop, y su particularidad reside en tocar música de un carácter etéreo, envolvente, frágil, y a un volumen relativamente bajo. Las letras de sus canciones siempre son oscuras, hablando mayormente de tristeza y desesperanza. Si bien como producto pareciera no ser aconsejable para nadie, hoy día sus cultores se cuentan por millones. Y es que en todo este tiempo el mundo no ha hecho mucho más que llenarse de gente frustrada y deprimida, personas que contemplan el amor con la misma fascinación con que observan estallar una bomba que podría terminar con todo: “Tus labios y mis labios. Apocalipsis”. En esta línea es que Greg González, un músico originario de Texas, conformó junto a unos compañeros de estudio el grupo Cigarettes After Sex. Otros importantes nombres dentro del Sadcore son Beach House, Bedhead, y por supuesto, Lana Del Rey.

 

“Metámonos a hurtadillas por los ríos mientras la inundación te llega a las rodillas. Oh, por favor, ven y acéchame. Yo sé que me quieres, ven y acéchame”. Me han señalado que me gusta que me persigan. ¿Y a quién no? Tenemos ese jueguecito inocente incrustado en nuestros genes. ¿O acaso el juego favorito de los niños menores de cinco años no es dejarse perseguir por quienes los cuidan? Así es entonces cómo mi niño interior decide salir a jugar un rato, con una emoción que se asemeja sospechosamente a la felicidad. Luego quedará en debate qué tipo de personas son las que me persiguen, algo que en más de una ocasión me ha traído severos problemas emocionales. Pero, ¿quién me quita lo bailado? O lo perseguido, debería decir. Al menos por un rato me sentí vivo. Al menos por un rato volví a ser un niño: “Compartiendo todos los secretos con el otro desde que éramos niños”.

 

“Durmiendo profundamente mientras aprietas en el puño el medallón que ella te dio”. El sadcore es un género tan reciente como especial. Nacido para maridar los gustos de la generación de Millenials bajo cuya influencia aparecieron fenómenos como el hikikomori o aislamiento social agudo, ahora hacía falta que artistas depresivos hicieran música depresiva para gente depresiva. No me es difícil imaginarme una fiesta donde sólo se pase éste tipo de música, en un ambiente iluminado con lámparas de lava y con enormes futones donde todos pudieran ir a recostarse y deprimirse en conjunto. Definitivamente iría a una fiesta así, y escucharía complacido una canción cuya letra me haga saber que no estoy tan solo: “Oh, cuando estés completamente sola, voy a alcanzarte. Cuando te sientas deprimida, yo también estaré ahí contigo”. ¡Feliz Deprimartes!


https://www.youtube.com/watch?v=-mnH9-SX2Tg