martes, 25 de agosto de 2015

Capítulo 133: “Drive”. The Cars. (1984)




Deprimartes inanimado:



Un bar en el cual Benjamin Orr presencia una escena carente de movimiento, una reminiscencia comatosa de lo que parece haber sido una noche pletórica de emociones. Hoy sólo hay maniquíes donde antes hubo vida… Una chica también recuerda, pero este recuerdo la desbalancea. Se mece entre la locura y la tristeza, sin encontrar respuestas ni consuelo sobre qué ocurrió esa noche en ese bar. Lo único que sabe, al igual que el cantante, es que sólo quedan preguntas y más preguntas flotando en el ambiente: “¿Quién va a avisarte cuando ya sea demasiado tarde? ¿Quién va a decirte que las cosas en realidad no son tan importantes? No puedes seguir pensando que no hay ningún problema. ¿Quién va a llevarte a casa esta noche?”.



La banda The Cars estaba liderada por Ric Ocasek, voz principal de todos los éxitos del grupo –“You Are The Girl”, “Tonight She Comes” y “Magic”, por sólo citar algunos ejemplos- a quien seguramente no le causó mucha gracia que el cantante de este tema fuera el bajista Ben Orr, ya que “Drive” se convertiría en el mayor éxito del grupo y en todo un referente del Soft Rock de los ‘80s, con un muy cuidadoso uso de los sintetizadores para ambientar una potente balada: “¿Quién va a levantarte cuando caigas? ¿Quién va a colgarte el teléfono cuando llames? ¿Quién le prestará atención a tus sueños? ¿Quién va a taparse los oídos cuando grites?”.



The Cars, fue un grupo Post Punk con temas relativamente pasatistas, y con videos muy bien acabados –su éxito “You Might Think” ganó el primer premio que la cadena MTV entregó en la categoría Mejor Video-; quienes lograron hacer aquí una salvedad. El videoclip promocional de esta canción está dirigido por el actor ganador de un Oscar, Timothy Hutton; y esto es un acierto, ya que obviamente tiene una muy lograda atmósfera cinematográfica: “¿Quién va a contenerte cuando todo se sacuda? ¿Quién estará cerca de ti cuando te derrumbes?”. Sobre el final, la chica en cuestión mira desde afuera toda la escena, y finalmente se va… La vida continúa… ¡Feliz Deprimartes!


martes, 18 de agosto de 2015

Capítulo 132: “Wonderful”. Adam Ant. (1995)





Deprimartes entomológico:



“¿Te había dicho lo mucho que extraño tus dulces besos? ¿Te dije que no lloré? Bueno, pues te mentí”. Éste es el segundo y último de estos Deprimartes un tanto especiales para mí. Con este tema también se empeñaba mi reloj despertador en hacerme arrancar el día cuando yo apenas rozaba los veintiún años, y por eso mismo ese extraño riff de tres notas que dibuja la guitarra me devuelve a una época donde mis esperanzas aún eran multicolores y todavía soñaba con extrañar a alguien algún día: “¿Te había dicho cuánto extraño tu sonrisa? ¿Te había dicho que yo estaba bien? Bueno, no era cierto. Para nada cierto…”. Si bien el tema no es muy maravilloso en sí mismo –permítaseme la ironía-, aún suena de fondo en los recuerdos de mis días más felices… Trucos que te juega la memoria.



“¿Ya te había dicho que eres maravillosa? Te extraño, realmente te extraño. ¿Te había dicho que estuve equivocado? Lo estuve, porque realmente eres maravillosa. Estuve equivocado por tanto, tanto tiempo…”. Pues bien, aquí tenemos al cantante y actor Adam Ant, quien tuvo un excelente comienzo de la década de los ‘80s disfrazándose de pirata glam híper maquillado, y comandando a su grupo; llamado Adam & The Ants, con el cual tuvo enormes éxitos en los charts británicos como “Goody Two Shoes” y “Ant Music”. Ellos sonaban como el típico exponente de la New Wave, con un Rock que pretendía volver a sus orígenes de Rockabilly, pero con toda la fuerza que habían heredado del Post Punk: “Eres tan maravillosa. Estás tan alto que no puedo llegar a ti, eres tan profunda que no puedo alcanzarte”. Pero, como siempre ocurre en la vida, pasaron cosas, y al buen señor Hormiga le diagnosticaron trastorno bipolar, y durante años tuvo que luchar contra sus ataques y contra los efectos secundarios que le dejaron las cantidades industriales de fármacos contra su existencia maníaco depresiva. Y esos salvajes cambios de ánimo fueron lo que trató de expresar en esta otra etapa de su carrera, a mediados de los ‘90s: “Me sentía realmente acabado cada vez que casi llegaba a golpear esa cara que amaba. Estaba tan cansado por tener que contener mi ira, y terminé por alejarte de mí”.



En el videoclip de esta canción queda bien representada la dicotomía que parece sufrir este artista, al dar un paseo en auto por su antiguo pueblo; tratando de llegar a la boda de una misteriosa mujer relacionada con su pasado. Mientras recorre esas calles va cruzándose con personajes a los que logra adivinarles por un instante su verdadera, oscura y retorcida naturaleza: “Ahora, cada día me doy cuenta del precio que tengo que pagar. Tú eres tan maravillosa. Y ahora, para tu información, yo simplemente ando por ahí rodando como un brazalete perdido”. Visiones tétricas se hacen realidad en contraste con las apariencias que cada individuo elige mostrar a sus vecinos. ¿Qué pensaríamos si realmente pudiéramos ver el espíritu de cada ser humano? No estoy muy seguro de que tuviéramos un buen concepto de la humanidad si nos fuera revelado el fondo de cada alma… En fin… ¡Feliz Deprimartes!

martes, 11 de agosto de 2015

Capítulo 131: “Our House”. Madness. (1982)





Deprimartes hogareño:



Este Deprimartes, y el que le sigue, son muy especiales para mí. No porque sean grandes temas en sí, sino porque con ambas canciones solía despertarme allá por mediados de los ’90. Recién independizado, viviendo en mi departamento y con apenas veinte años, mi reloj despertador me levantaba de la cama al ritmo de estos temas; y me quedaron grabados a fuego como un recuerdo de una época dorada para mí. Acababa de dejar mi casa paterna, donde muy atrás quedaban momentos parecidos a estos: “El padre se puso su mejor ropa, la madre está exhausta y necesita un descanso. Mientras que los niños bajan las escaleras jugando, la hermana suspira entre sueños; y el hermano tiene una cita a la que acudir, así que no puede perder el tiempo”.



El videoclip comienza con un poco del afamado humor inglés, con un hombre preguntándole a los extraños que se cruza por la calle si ellos saben adónde está su casa: “Nuestra casa siempre está llena de gente, todo el tiempo están pasando cosas, y por lo general se habla a los gritos. Nuestra mamá está orgullosa de cómo tiene la casa, nada la detiene, y no permite que nada esté fuera de lugar”. Aunque obviamente el video está ambientado para retratar un típico hogar de la muy extraña clase obrera inglesa, la letra de esta canción puede aplicarse a lo que ocurre en una casa familiar cualquiera: “El padre se levanta tarde para ir a trabajar, la madre todavía tiene que plancharle la camisa y enviar a los niños a la escuela. Los despide con un beso, es a ella a quien todos van a extrañar de muchas maneras”.



Este grupo británico siempre tuvo el espíritu de una estudiantina desbocada, pero aún así se tomaron la música lo suficientemente en serio como para lograr el éxito con temas como “One Step Beyond”, “House Of Fun” e “It Must Be Love”, entre muchos otros. Y en su repertorio primó el Ska, que a pesar de haber nacido en Jamaica en los años ’50 –y de ser el hermano mayor del Reggae-, tuvo un enorme éxito a comienzos de los ’80 con grupos como Madness, The Specials y UB40, por mencionar algunos. En esa época las bandas pasaron a tener músicos con instrumentos de viento actuando como neuróticos y vistiendo listones cuadriculados en blanco y negro; lo que terminó por convertirse en un símbolo del Ska. Movimiento particular si los hubo, donde estaba permitido parecer un imbécil al bailar como si se corriera sin moverse del mismo lugar, mientras se cantaba algo así: “Nuestra casa, era nuestro castillo y nuestra torre, nuestra casa, en el medio de nuestra calle. Nuestra casa, allí era donde solíamos dormir, nuestra casa, en el medio de nuestra calle”.



“Recuerdo aquellos tiempos cuando todo era verdad, cuando pasábamos tan buenos momentos, tan magníficos momentos, éramos tan felices. Y recuerdo cómo jugábamos, simplemente pasando el día juntos. Y luego nos dijimos que nada se interpondría entre nosotros; éramos unos soñadores”. Es imposible no extrañar ese tiempo en que éramos niños, y los engranajes de la vida eran algo que veíamos moverse sin entender. A pesar de las añoranzas que nos despierta el hogar de nuestros padres, y todo el tiempo que transcurrimos en él mientras nos convertíamos en personas, no hay que olvidar también la parte negativa de nuestra infancia y adolescencia. Por momentos, la crianza familiar suele volverse un caldo de cultivo para todos los traumas que nos perseguirán el resto de nuestra vida. Nunca tan cierto este verso de la canción: “Algo internamente te dice que tienes que alejarte de ella”. ¡Feliz Deprimartes!

martes, 4 de agosto de 2015

Capítulo 130: “Cry Baby”. Janis Joplin. (1971)





Deprimartes desgarrado:



“Llora nene, llora… Amor, bienvenido a casa”. Qué cálida bienvenida que habrá recibido quien llegara a la casa de Janis Joplin… ¿Qué más puede contarse de “La Perla” que aún no se haya dicho hasta el hartazgo? Tal vez por el tamaño de la leyenda que nos dejó, es muy difícil pensar en otra voz femenina que supere su garganta desgarrándose a gritos en esta canción: “Amor mío, sé que ella te dijo que te ama mucho más que lo que yo te amé. Pero todo lo que sé es que ella te dejó, y tú juras que no sabes por qué. Pero ya sabés, mi amor, que yo siempre estaré cerca si me necesitas. Así que ven y llora, bebé…”.



En esta canción, sentida como pocas, Janis le canta a un ex novio que se ha marchado en busca de otro amor, el cuál también ha perdido. Y ella no le pide que vuelva para reconfortarlo, sino algo mucho más humano. Le ofrece compartir sus lágrimas, hacerse cargo de su tristeza, vivir el amor de una manera sufrida; en las malas y en las malas: “Ya sabes que nadie va a amarte de la forma en que yo lo intenté. ¿Quién se hará cargo de toda tu tristeza, y de todas tus angustias? Y si me necesitas, ya sabes, yo siempre estaré cerca… Oh, nene, como siempre quisiste que fuera”. Tal vez ese sea el verdadero amor…


“Cuando te fuiste a recorrer el mundo me dijiste que lo hiciste para ver adónde terminaba el camino. Tal vez termines dándote cuenta de que el camino termina en Detroit, o tal vez termina en Katmandú”. El objeto del amor de Janis se marcha para buscar su destino. En un momento de su vida sale a la ruta tratando de encontrarse a sí mismo, como si quisiera expresar un manifiesto de no pertenencia al lugar en el que se encuentra. Exactamente lo que le ocurría a la señorita Joplin, quien a esa altura de su vida añoraba encontrar una única cosa válida que le diera sentido a su existencia: “Puedes irte a recorrer el mundo, tratando de averiguar qué hacer con tu vida, nene; pero en realidad sólo tienes que hacer una cosa bien. Sólo tienes que hacer una sola cosa bien en este mundo. Tienes a una mujer esperándote aquí, y tú sólo tienes que ser un buen hombre, una sola vez, para tu única mujer. Y ese será el fin del camino, amor. Yo sé que aún tienes más lágrimas que necesitas compartir conmigo”.



A pesar de haber tenido decenas de amantes de ambos sexos -entre los que se incluían integrantes de The Grateful Dead, de Jefferson Airplane, y otros músicos gloriosos como Kris Kristofferson y nada menos que el gran Leonard Cohen-, el alma de Janis estaba atravesada por una soledad indomable. Es conocida su declaración acerca de que hacía el amor con miles de personas sobre el escenario, pero se iba sola a casa cada noche. Era evidente que no pertenecía a ningún lado, y sus enormes inseguridades así se lo demostraban; arrojándola una y otra vez a los excesos del alcohol y las drogas, hasta que una noche de 1970 el exceso fue demasiado: “Y si alguna vez te sientes solo, quiero que vuelvas aquí con tu nena. Si alguna vez quieres un poco de amor de una verdadera mujer, ven y llora, nene”. Donde quiera que esté, ojalá que haya encontrado el verdadero amor... ¡Feliz Deprimartes!