Deprimartes feliz:
Voy a aventurarme un poco con esto que digo,
pero no temo estar equivocado: si la música fuera una persona, esa persona
sería Bobby McFerrin. Director de orquesta, cantante de jazz con un oído
absoluto, y dueño de la garganta más privilegiada que haya visto la música
moderna; es capaz de recorrer con completa facilidad un espectro de cuatro
octavas –la voz de la gran mayoría de la gente raramente supera las dos
octavas-, saltando de una punta a la otra de ese rango con una pericia pasmosa.
Ha sido el primer artista en grabar todo un disco completo de música jazz en el
cual no utilizó ningún instrumento más que aquellos sonidos que producía con su
voz: “Aquí hay una pequeña canción que escribí, tal
vez quieran aprenderla nota por nota: no te preocupes, sé feliz”.
Este genio increíble es el padre de esa
disciplina que hoy conocemos como beat-box, en la cual un artista imita al
mismo tiempo tanto la base rítmica como la melodía de una canción sólo con los
sonidos que pueda realizar con su boca. Es un gusto verlo aún hoy recorriendo
los escenarios del mundo para mezclar su arte con el de aquellos lugares que
visita, dejando bien en claro al público que la música, al fin de cuentas, es
una sola y no acepta divisiones. Pero, a no equivocarse: su mensaje no es que
la música no tenga colores, sino que, cual arcoiris sonoro, los tiene todos.
Sus presentaciones están impregnadas de una informalidad que contagia buen
humor y optimismo. Y de eso, justamente, habla esta archiconocida canción: “En cada vida tenemos problemas, pero cuando te
preocupas los sientes como si fueran el doble. Así que no te preocupes, sé
feliz ahora”. Este famosísimo
tema musical fue el primer y único Nº1 de la historia en no incluir ni un sólo
instrumento en toda la grabación. Aquí también todo lo que se escucha proviene
de las asombrosas cuerdas vocales del señor McFerrin.
La frase que intitula esta pieza se le atribuye
a Meher Baba, el gurú de la India que predicaba la felicidad a través de los
actos, ya que a los treinta años decidió dejar de hablar: Fue tan fuerte la
influencia de Meher Baba y de su optimismo en la cultura occidental, que el
mismo Pete Townshend, líder de The Who, le escribió el tema “Baba O’Riley”, uno
de los más grandes éxitos de su banda. Es imposible no verse atraído por un
mensaje tan positivo. Y es que el optimismo no termina por ser otra cosa más
que una defensa natural para afrontar la horripilante realidad que nos trae
cada día: “¿No tienes un lugar en el cual recostar
tu cabeza? ¿Alguien vino y se quedó con tu cama? ¡No te preocupes, sé feliz! El
dueño de tu departamento dice que tu renta está atrasada, y que tal vez te haga
un juicio… ¡Mírame a mí, yo soy feliz! Te daré mi número de teléfono, cuando
estés preocupado llámame y te haré feliz”. Aunque suene a una mueca
forzada, no es tan loco que frente a la monstruosa realidad uno sólo atine a
esgrimir una sonrisa. Es una forma sutil de resignación, pero también es una búsqueda
incansable de esperanza. El mismo Maestro Baba había nacido en una familia
zoroastrista, los seguidores de las enseñanzas de Zaratustra, y no por nada se
dice que Zaratustra fue el único que nació con una sonrisa en sus labios.
“No tienes dinero, no tienes
estilo, no tienes una chica que te haga sonreir… ¡No te preocupes, sé feliz!
Porque cuando te preocupas haces que tu cara se arrugue, y eso hará que todos a
tu alrededor se pongan mal”: En el videoclip de este éxito vemos un optimismo tan pantagruélico que parece
tener su origen en algún tipo de antidepresivo. Allí junto a Bobby McFerrin
aparecen haciendo payasadas el artista circense y clown experto Bill Irwin –qué
mejor metáfora que incluir un payaso en esta canción, que son el ejemplo
perfecto de la alegría maquillada y artificial-, y por supuesto que se reconoce
a primera vista al genial Robin Williams. Uno de los mayores comediantes que
nos dejó la industria del entretenimiento, enorme ser humano, y excelente
actor; su suicidio nos recuerda que los cómicos suelen ser los que más sufren
detrás de sus enormes inseguridades y sus sonrisas impostadas: “No te preocupes, no; sólo sé feliz. Pon una sonrisa en
tu cara, no hagas que todos a tu alrededor se pongan mal. No te preocupes, todo
pasará, lo que sea que te ponga mal… Yo no estoy preocupado, yo soy feliz”. ¡Feliz
Deprimartes!