Deprimartes hippie:
Otra vez, mis Deprimartes le
rinden tributo a los lunes, el día depresivo por excelencia. Aquí les dejo un
arrebatador ensamble vocal, de parte del grupo abanderado del movimiento que a
mediados de los 60’s intentó conquistar el planeta con el poder de las flores.
The Mamas & The Papas, hijos dilectos de la costa oeste norteamericana, que
con la genial Mama Cass Elliot a la cabeza, entonan esta melodía acerca de un
día que llega repleto de augurios, pero que cambia, y no necesariamente para
bien: “Lunes, lunes, tan bueno para mí; el lunes
por la mañana fue como yo esperaba que fuera… Pero el lunes por la mañana no
podía garantizar que ese lunes por la tarde tú aún estarías conmigo”.
Es delicadamente enigmático el
detalle de que no podamos decir con certeza si el cantante le habla al día o a
un amor que se marcha en esa jornada. Un acierto poético: “Lunes, lunes, no se puede confiar en ese día... A veces
las cosas simplemente resultan de una manera. Oh, lunes por la mañana, no me
diste ninguna advertencia de lo que se venía. Oh, lunes, lunes, ¿cómo pudiste
haberte ido sin llevarme?”.
Tómense un segundo para escuchar
el trabajo armónico que hay en este contrapunto de voces, realzado con una
letra melancólica, que nos deja varados en un sentimiento agridulce de esperar
lo inevitable y no poder hacer demasiado para disfrutarlo: “Cualquier otro día… cualquier otro día de la semana está
bien. Pero cada vez que llega un lunes… Cada vez que llega un lunes vas a
encontrarme llorando todo el tiempo”. ¡Cómo te extraño, querida época
hippie, y eso que ni siquiera te viví!... Pero hubiera regalado la mitad de mi
alma sólo por haber empapado mi existencia en tu ensueño psicodélico de paz y
amor universal. Al menos nos quedan tus canciones, lo cual no es poco... “Lunes, lunes... No se irá jamás.” Que así sea.
¡Feliz Deprimartes!