martes, 14 de mayo de 2013

Capítulo 33: “Blessed”. Elton John. (1995)




Deprimartes igualitario:



Un hombre, como cualquier otro, sueña con tener un hijo. Por el momento sólo lo sueña, es consciente de que ese deseo crece en su interior; entonces le habla a su hijo imaginario: “Eres sólo un niño en mi cabeza, ni siquiera has caminado todavía, y tus primeras palabras aún no han sido pronunciadas... Pero yo te lo juro: estarás bendecido”. Su voz nos guía a través de mundos fantásticos en los que subyace la formación de algún tipo de familia, más allá del caos que ese mundo represente. Y es que el ser humano necesita tener la impresión, por efímera que sea, de que ha dejado algo en este mundo, de que su paso perdurará más allá de la partida, aunque sea en la forma de un hijo. “Sé que recién eres sólo un sueño, tus ojos podrían ser verdes, o los más azules que se hayan visto. De todas formas, serás bendito… Tendrás lo mejor, te lo prometo, te bajaré una estrella del cielo y le pondré tu nombre, te lo prometo... Estarás bendecido”.



Todo hermoso. Con una pequeña salvedad. Quien dice todo esto es un consagradísimo músico, Sir Reginald Dwight, más conocido por el seudónimo de Elton John. Y sí, ya se lo imaginarán... Él es un gay confeso, lo cual según algunos, no lo convierte en un hombre como cualquier otro. Él, como todo ser humano, tiene ese mismo deseo primordial que todos tenemos: brindarle amor a una nueva generación. Perdurar de alguna manera en el tiempo que le tocó vivir en esta Tierra. “Te necesito, antes de que yo sea demasiado viejo, para tenerte y abrazarte, para caminar contigo y verte crecer, y para saber que estarás bendecido”. Me deprime profundamente el haber pertenecido a ciertos círculos en los cuales se pretendía evitar el matrimonio igualitario y la adopción por parte de parejas del mismo sexo; aunque hoy veo que esa fue una de las gotas que colmó el vaso. Impedir que una pareja gay adopte, obligando así a un niño a que continúe pudriéndose en un orfanato de mala muerte, es de una maldad subliminal casi inexplicable. Querer prohibirle a una pareja homosexual el derecho de adoptar es simplemente tratar aún a la homosexualidad como a una enfermedad; bajo el precepto de no querer que los niños se “contagien” de la enfermedad de sus padres.



La conformación de la familia, al igual que todas las cosas, cambia con el tiempo. Gracias, y feliz Deprimartes… Ah, a propósito: Elton John logró ser padre, y más de una vez.

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