martes, 18 de marzo de 2014

Capítulo 75: “Crying”: Roy Orbison. (1961)




Deprimartes terrenal:

“Estuve bien por un tiempo. Pude sonreír por un tiempo. Pero anoche te vi. Tomaste mi mano tan fuerte cuando te paraste a saludarme, y me dijiste que esperabas que me fuera bien. En ese momento, no podías saber que yo había estado llorando por ti”. Si el Cielo no tiene un coro de ángeles que equiparen las casi cuatro octavas que cubría la voz de Roy Orbison… Pues entonces prefiero irme al infierno.

“Pensaba que ya lo había superado, pero es verdad. Tan real. Te amo más de lo que antes te amaba. ¿Pero, querida, qué puedo hacer? Tú no me amas, así que siempre estaré llorando por ti”. Querido Roy, hijo de la lágrima, tus canciones, y principalmente tu voz, son la banda de sonido perfecta para cualquier corazón destrozado: “Te despediste y me dejaste ahí, parado solo. Solo y llorando… Es difícil de entender, pero sólo el roce de tu mano me puso a llorar”. Aún entonando melodías alegres, como “Only The Lonely” o su archifamosa “Oh, Pretty Woman”, su voz se hacía llanto. Alcanzaba esos agudos con la maestría de un intérprete lírico, y escribía sabiendo de lo que hablaba; porque su vida estuvo signada por la tragedia de la pérdida. En pleno éxito, y en sólo dos años, perdió a su esposa en un choque y a dos de sus pequeños hijos en un incendio... Como para que no llore su alma. A pesar de todo eso, era un tipo híper querido dentro del ambiente del Rock. Tocó con George Harrison, Bob Dylan, Tom Petty y Jeff Lyne, entre otros; y una simple muestra del cariño que recibía está en este video, de un show grabado muy poco antes de su propia muerte. Se ve tocando junto a él a Bruce Springsteen, a K.D. Lang y al idiota de Elvis Costello.


Si hay algo que puede reconocérsele a la tristeza, es su increíble y furibunda honestidad. ¿Quién dudaría de un corazón embargado por la melancolía? Veamos el lado positivo. En este video vemos a un inmenso artista rodeado por merecidos afectos, esos que la honestidad de la tristeza te permite cosechar en la vida: “Sí, ya te fuiste. Y desde este momento, estaré llorando, llorando, llorando por ti”. ¡Gracias amigo Roy, y feliz Deprimartes!

5 comentarios:

  1. Poco más se puede decir. Nunca me lo había planteado y ahora lo veo tan claro, es cierto, incluso las canciones alegres en su voz suenan a tristeza... pero qué voz...maravillosa!!!
    Esta entrada me sabe a postre, dulce, delicioso, de colofón
    Besos

    ResponderBorrar
  2. Otra voz que detesté la primera vez que la oí, y hoy adoro. ¿Qué me pasaba en los '80? Porque con "era adolescente" no alcanza: mis padres eran melómanos, se supone que debía traer el buen gusto impreso en el ADN. Pero no: todas estas voces ultramelódicas me daban tirria: Orbison, Morrissey, Heaton... Inseguridad machista, supongo? Quizá me ponía nervioso todo lo que no fuera rock puro, duro e inequívocamente masculino como Mötley Cr(no, mal ejemplo...) ...Whitesna(no, no!) ...Poiso(maldición!!!)

    ResponderBorrar
  3. Hola!!!!!

    Hermoso mensaje sobre la voz que para mi mejor le ha cantado a la tristeza sin ser una voz plenamente triste...
    Todo en él suena a derrota, a melancolía, a sueños que no nunca se podrán alcanzar, y sin embargo a través de una voz tremendamente bella.

    Simplemente añadir un pequeño matiz, y es que él escribía canciones tristes y melancólicas antes de pasar por las tragedias que pasó, de hecho las tragedias que comentas lo que lograron fue paralizar su talento para componer.

    Un saludo!!!!!!


    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por el comentario, muy acertado. ¡Pero no sé quién sos! A ver si me podés quitar la duda, jajaja...

      Borrar