Deprimartes artificial.
En pocos lugares nos vemos tan enfrentados con la realidad de ser simples
engranajes de un sistema consumista como en un supermercado. ¿Cómo hacer
entonces para seguir sintiéndonos vivos en un lugar en donde nos transformamos
en seres de plástico, extensiones vivas de nuestras propias tarjetas de
crédito?: “Una
regadera de plástico verde para regar su arbolito chino de goma plantado en
tierra plástica falsa, que ella le compró a un hombre de goma en una ciudad
llena de planes de goma, sólo para librarse de su sensación de opresión. Todo
eso la consume”. Thom Yorke nos canta con su cara de loquito que
todo es mentira, todo es plástico, todo es una imitación patética de la realidad.
Entonces, consumí y comprá cosas que no necesitás sólo para llenar el hueco
vacío de tu existencia: “Ella vive con un hombre con el espíritu roto, un hombre
quebradizo de polietileno que se desmorona y se quema. Él solía hacerles
cirugías estéticas a las chicas en los años ochenta, pero esa era una batalla
que siempre ganaba la gravedad. Y todo eso aún lo consume”.
Por algo los carritos de compras tienen
ruedas. Te invitan a no detenerte. Por favor, seguí rodando por esos laberintos
de góndolas, elegí tus artículos de dudosa necesidad dispuestos en cantidades
abrumadoras. Sentite cuidado por seres armados con pistolas remarcadoras y por
cámaras de seguridad que nadie sabe qué observan, en este submundo donde las
palabras más importantes parecen ser “oferta” o “fecha de vencimiento”. Esquivá
y luego aceptá las promociones donde se te invita a probar nuevos artículos que
nunca vas a usar, y despedite de esta pantomima frente a una cajera que hace su
trabajo como un androide que sueña con cualquier realidad excepto la que le
tocó vivir. Por favor, no te detengas. Porque si lo hacés, si por un segundo te
ponés a pensar en un supermercado, te das cuenta de que nada tiene el menor
sentido: “Ella se ve como algo real, tiene hasta el
sabor de algo real, pero es mi amor plástico de mentira. Y no puedo evitar el sentir
que podría salir volando a través del techo, sí tan solo me diera vuelta y
empezara a correr. Todo eso me termina consumiendo”.
Humildemente, creo que Radiohead es el grupo
que ha llevado a un nuevo nivel el arte de ponerle una banda de sonido a la
depresión. No creo que haya artistas que se hayan preocupado y ocupado más en
hacer que todos los suicidas en potencia nos sintamos tan identificados con
este estilo de música. Y esto lo han complementado siempre con letras que
abrazan lo existencial, historias que terminan siendo parábolas que acarician
corazones tullidos y almas a medio derribar. Como termina postulando este video: “Si tan solo pudiera ser todo el tiempo eso que tú quieres
que yo sea…”. Si así hubiera sido, si
yo hubiera podido agradarte un poco más… Seguramente hoy estarías aquí, a mi
lado, comprando conmigo en esta enorme rueda de hámster llamada supermercado.
Me alegro de no haberte arrastrado a este infierno. ¡Feliz Deprimartes!
El video de estética noventosa también es más que interesante. Thom Yorke es como un "niño crecidito" sentado en un changuito que lo guía por una suerte de paseo alienante. (Me hizo acordar a como lo llevan en Karma Police, pero en el asiento trasero de un auto). Recuerdo cuando escuche por primera vez "OK Computer". La solidez con la que tratan la depresión, el sofocamiento y la alienación en ese disco es admirable. Si bien le afano unas cuantas cosas a Jeff Buclkey (otro tremendo depresivo), no hay voz como la de Thom Yorke.
ResponderBorrarIván Campos
Haciendo analogías, eso de dejarse llevar en viajes alienantes... ¿A qué me suena? jajaja... Ok Computer, probablemente el mejor disco de la década del '90 (cabeza a cabeza con Achtung Baby de U2 y Blood Sugar Sex Magic de los RHCP), el álbum que graficó a la perfección lo que es deprimirse en una gran ciudad.
ResponderBorrarPara mi, que ya cuento con 31 años en la mochila, esos discos que mencionas, junto a varios otros, pueden ser la banda sonora de mi adolescencia noventosa; adolescencia alienante, tortuosa y confundida.
BorrarTe cuento que no puedo evitar escuchar "The tourist", que creo asi se llama el ultimo track de ese discazo y emocionarme mientras me recuerdo en esos años de colegio.
Gran compañía fueron para mi esos discos... junto a Soundgarden(ese de los 90 y no el de ahora, por supuesto), Nirvana y Heroes del Silencio.
Iván Campos