martes, 15 de enero de 2013

Capítulo 16: “The Air That I Breathe”. The Hollies. (1974)





Deprimartes anaeróbico:



The Hollies fue una banda nacida y criada en la gloriosa década de los sesenta, y el suceso que lograron con su prolijo repertorio los llevó a grabar asiduamente nada más ni nada menos que en el estudio Nº2 de Abbey Road, el mismo que utilizaban The Beatles. Y desde sus comienzos tuvieron algún que otro éxito internacional: por estas pampas son recordados por su potente y pegadizo tema “Long Cool Woman In A Black Dress”, y por esta melodía edulcorada ideal para animarse a bailar un lento con esa chica que tanto nos gustaba… Y que indefectiblemente siempre estaba de novia con algún cavernícola.



En la sintética letra de la canción, el protagonista acaba de hacer el amor con su pareja, y le dice: “Si pudiera pedir un deseo, creo que pasaría. No se me ocurre nada más que pueda necesitar. No quiero fumar, ni dormir, ya no hay más luces ni sonidos, no quiero nada para comer ni libros para leer. Y es que hacer el amor contigo me ha dejado en una tranquilidad total, cansado pero completo. ¿Qué más podría pedir? No hay nada más que podría desear”. Todo demasiado empalagoso como para describir un momento en el que la mayoría de los hombres nos quedamos dormidos instantáneamente. En cambio, el protagonista se pone a mirar a su mujer mientras duerme y le dice cosas como: “Este enorme sentimiento de solaz llegó y me dejó muy débil. Así que tú, ángel silencioso, duerme. Yo, a veces, siento que lo único que necesito es el aire que respiro, y amarte”. Demasiado amor puede matarte, diría Queen.



El look del cantante Alan Clarke juguetea con el Glam, esa ampulosa época de principios de los setenta en que el rock coqueteaba con la ambigüedad sexual, aunque aún la banda sigue sonando bien rockera como para una balada tan empalagosa. Eso se nota en los yeites del solo de guitarra. Y cuando aparece el solo, el ensamble vocal que los músicos van sosteniendo detrás deja bien en claro que estamos escuchando a artistas profesionales y creativos. En conclusión, un buen lento de una gran banda. Esos arreglos vocales tan logrados siempre me hicieron evocar amores lejanos y/o inexistentes. ¡Feliz Deprimartes!

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