Es casi
incomprensible que R.E.M. haya sido una banda norteamericana, ya que siempre
tuvieron la calidez y la madurez necesarias para componer una tonada pegadiza,
mientras que con sus letras cantaban que el mundo estaba por estallar. Algo que
se acerca mucho más a la actitud de una banda europea. Y allá por 1991 no había en el mundo cosa más maravillosa que tratar de conquistar
a una chica en un café con esta canción de fondo, el tema que
hizo que la mandolina fuera un instrumento apto para el Rock. Pero es un himno que deja entrever una letra desoladora… La lluvia que
se avecina al comienzo del video no es otra cosa que la tormenta que arrecia en
el alma de un hombre desesperanzado, el cual increpa a Dios batallando con su
odio contenido: "La vida es más grande que tú,
y tú no eres yo. Y la lejanía a la que iré no es la distancia desde la que me
miras… Oh, no, creo que dije demasiado… Me retracto".
Quien canta está comenzando a desengañarse: "Te
daré una buena pista: considera esto; ese desliz que hizo que yo me arrodillara
ante ti, al final había sido tan sólo un simple error. Y ahora me pregunto si
todas estas fantasías no son más que cosas que se derrumban". Cómo
no sentirme tan dolorosamente identificado con alguien que ve cómo todo en lo
que cree se va al piso sin remedio. Yo también tuve que sufrir en primera
persona esa destrucción absoluta del alma que resulta cuando descubrís que todo
aquello en lo que confiaste durante veinte años era una mentira. Deus ex machina. Y el cambio de
paradigma fue devastador. Vi detrás de la cortina y encontré que no estaba el
Mago de Oz. Fue un dolor estremecedor, como despertarse con un brazo o una pierna
menos, pero aún mucho peor, porque para el alma no hay prótesis.
"Ese soy yo en aquel rincón. Ese soy yo bajo la
luz, el que está perdiendo su religión. Intento mantenerme en contacto contigo,
pero no sé si pueda hacerlo... Cada suspiro, cada hora en vela, estoy eligiendo
qué cosas confesarte. Intento mantener mi vista en ti, como un tonto herido,
perdido y cegado... Oh no, dije demasiado... Pero todavía no dije lo
suficiente". Si bien está claro que la canción trata sobre un amor no correspondido,
la intención del video siempre fue llevar ese traspié afectivo hacia lo que el
hombre siente por un ser superior, una deidad que por alguna extraña razón,
guarda una sagrada, inexplicable y lacerante distancia. Esta idea de darle una
ambientación espiritual está remarcada por la casi excesiva utilización de
imaginería religiosa: aquí podemos ver mártires, ángeles caídos, y deidades
hindúes, entre otras cosas.
Michael Stipe,
la voz líder de R.E.M. siempre supo cantar canciones sobre no sentirse
aceptado, por su Dios y por sus colegas… Ya que es homosexual. En su
interpretación se hace carne la voz de alguien que
clama en el desierto, la voz de un hombre con el espíritu arrasado porque sólo
recibe silencio de parte de su Dios. "Creí
escucharte reír, creí escucharte cantar... Creí que me pareció haberte visto
intentarlo... Pero eso fue sólo un sueño... Eso fue sólo un sueño... Un
sueño". Como nos queda claro con la primera metáfora de este video:
de
nada sirve llorar sobre la leche derramada… Hasta el próximo Deprimartes.
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