martes, 23 de julio de 2013

Capítulo 42: “My Friends”. Red Hot Chili Peppers. (1995)





Deprimartes fraternal:



“Escuché hablar a una niñita, y lo que ella dijo fue algo hermoso: me dijo que diera mi amor, sin importar más nada. Eso fue lo que dijo”. ¿Qué es la amistad en definitiva, sino una de las formas más desinteresadas de brindar amor? El hecho de que alguien, sin más razón que una inexplicable empatía, se siente a la par nuestra, nos ponga una mano en el hombro y nos diga: “yo voy a estar a tu lado”, se asemeja bastante al amor: “Mis amigos están tan deprimidos... Logro sentir la duda de su soledad. Confíen, porque yo estaré a su lado. Saben que estaré... Saben que estaré”. Son muy pocos mis amigos, y aunque con muchas personas comparto ciertos grados de apego -el cual agradezco en tiempo y forma- siento que la palabra amistad es demasiado grande como para ser usada en vano. Se me aparecen muchos nombres cuyo afecto me es inestimable, pero hoy, viendo este bellísimo video de los Red Hot Chili Peppers, se me viene a la mente un duradero grupo que conformamos con otros tres amigos en mi primera juventud. Quiero hacer un apartado especial para ellos, ya que esa amistad dejó de existir hace un buen tiempo.



“Una amiga mía me llamó, sonaba tan sola y desesperada a través del teléfono de la prisión... Me contó que le quieren dar siete años, sólo por el hecho de estar triste”. ¿Quiénes de ustedes no han tenido un grupo de amigos del alma, de esos que con sus bromas y apoyo incondicional te hacían olvidar la condena que hay que cumplir por el sólo delito de estar tristes? Bueno, yo tuve uno, y estoy feliz de haber sido parte de él. Por más de una década me vi remando codo a codo con un trío de hermanos de la vida, conformando una unidad sólida, con sus diferencias, claro; pero también con un innegable espíritu de confraternidad. Al igual que los integrantes de la banda en este video, que representan cosas muy disímiles. La imaginación, la inspiración, la locura, la fe ciega… Todos estos conceptos conviviendo en el mismo bote. Y nosotros éramos tan distintos… E igual supimos remar a la par.


Hoy les digo, como dice la canción: “Los amo a todos ustedes. Heridos por el frío, todo se siente tan difícil, y solitario también, cuando no te reconoces a ti mismo”. Hoy ya no nos reconocemos. Nuestra amistad, de a poco, se volvió color sepia, como en las fotos viejas. Hoy a nuestros recuerdos comunes los corroe la indiferencia. Nuestros desencuentros se han encontrado para acunar una repelente sensación emparentada al odio. Pero, ¿quién nos quita lo bailado? Estuvimos los cuatro en el mismo bote, rodeados de un inmenso mar de creencias abstractas, y atacados por las inclemencias de las tormentas ideológicas. Cuando temíamos que el mar nos tragara, supimos capear el temporal: “Mis amigos están tan afligidos. Parados en el borde del vacío... No conozco palabras que puedan describir este vacío”. Aunque hoy me haya quedado solo en mi bote, lo único que tengo para decirles es: ¡gracias! Ya nunca más volveremos a estar juntos frente a la tormenta, pero los recuerdos que han dejado en mi vida son impagables, a pesar de lo que hoy en día es nuestra relación. Aprendí a superar todo eso: “Imaginen lo que me ha enseñado la tragedia: que dejar ir las cosas da paz”. Hoy tengo paz, y un gran recuerdo. Espero que ellos también estén en paz con sus recuerdos, adonde sea que se los haya llevado la tempestad… Nos vemos, y feliz Deprimartes.

3 comentarios:

  1. Si que me traes recuerdos noventosos. De cuando los Peppers hacían cosas geniales y no eran los postadolescentes cuasi cincuentones de hoy. Este tema es del disco mas "serio" y oscuro: "One Hot Minute", con Dave Navarro en las violas. Tremendo y potente disco; tan oscuro que parece que no tuviera relación con el universo de los Red Hot, si bien unos años antes con "Under the bridge" hicieron un poco de terapia contándonos su lado mas trágico, con Kiedis caminando por la calle, exponiendo sus penas y corriendo como un presidiario que se rajó de su propia cárcel. Recuerdo que para cerrar esa idea de la libertad, al final nos mostraba su impresionante tatuaje del águila en su espalda... y de paso nos humillaba a los pre adolescentes flacuchos como yo mostrándonos sus músculos de surfista californiano. Bueno, pero en "One Hot..." explotaron una especie de "depresión violenta". Recurso bien grunge, por cierto!! Tomando la estética sonora de mitad de los 90. En cuanto al video... el director fue Anton Corbjin: esa bestia que entre otras cosas le dio la identidad oscura a Depeche Mode. Y como se nota su sello en este trabajo, con esas imágenes que el usa. Vale decir, querido Murray, que tus palabras analizan de un modo tan exacto tales imágenes y la intención del video que no hace falta decir más. Tremendo el climax, con Kiedis representando a una especie de personaje siniestro que hace soplar el viento de la desgracia sobre este pequeño grupo de amigos, que por mas que lucha y se abraza no logra mantenerse en el barquito. Sin duda que los Red Hot tuvieron experiencia en este tipo de situaciones... y ahí está la mano del director laburando con eso. Desde las primeras tomas muestra una interacción especial entre Flea y Anthony, por ejemplo. En fin, habrá que ver si entra gente nueva a la barca para hacernos el viaje un poco mas llevadero. Feliz Deprimartes post dia del amigo!!!!

    Ivan Campos

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  2. Me gusta mucho lo que he podido cotillear de tu blog, me gusta la idea, el formato, y este me ha enternecido de un modo especial. ¿Quién no tiene un bonito recuerdo de aquellas personas que fueron tan importantes, con quienes crecimos en ese momento de nuestras vidas tan convulso , y que de algún modo se fueron difuminando? "Nuestra amistad, de a poco, se volvió color sepia..." muy bonito!!
    Te descubrí hace días por casualidad, lo cierto es que me dio un poco de rollo pensar que tengo de algún modo un gusto "deprimente" :), ya que muchas de las canciones me encantan, en cualquier caso espero que no te importe que siga de olisqueando por aquí.

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  3. Sea Usted bienvenid@ a este extraño transporte que intento capitanear para disfrutar de las tempestades que la vida nos arroja como si nos odiara... De hecho, creo que sí nos odia. ¡Un abrazo, colega de depresiones!

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