Deprimartes acallado:
“Las
palabras son violencia contra el silencio. Entran destrozando todo en mi
pequeño mundo. Me causan dolor, incrustándose en mí. ¿No lo entiendes, mi
pequeña niña? Todo lo que siempre quise, todo lo que siempre necesité, ahora
está aquí en mis brazos”. Un rey que camina en la soledad de su reino,
arrastrando lo único que realmente necesita. Una silla donde sentarse a
contemplar su soledad. Un punto panorámico desde el cual regocijarse con cada
páramo hermoso y desolado que conforma el singular territorio que gobierna. Se
va a recorrer caminos abandonados, lagos escondidos, precipicios tentadores, valles
oscuros y campos luminosos; intentando llegar a la rocosa costa de un bravío
mar, o a algún desierto nevado. Siempre sediento de la sombra de un árbol
piadoso, o de cualquier rayo de esperanza que haya extraviado el sol. Y lo hace
en silencio.
A comienzos de los ochenta, el
rock andaba bastante perdido. Soportando el estallido de la burbuja de la época
disco, aún no sabía si darle la mano a MTV, abrazar la New Wave, o dejarse
seducir por la música electrónica. Y allí apareció Depeche Mode, la banda que
hacía que todos se dijeran: “Todo muy lindo, pero… ¿Dónde están las
guitarras?”. Esta canción probablemente sea su mayor (y último) éxito. Con sus
sintetizadores terminaron por glorificar el silencio.
Y… ¿Qué es el silencio? Aquellos
que alguna vez estudiamos un poco de música, podemos describirlo como el
intervalo entre nota y nota, aquella omisión de sonido que organiza a los demás
de acuerdo a una determinada cadencia y en un cierto compás. Puede decirse
entonces que, simplemente, el silencio es la mitad de la música. Así de
importante es, tanto en la música, como en nuestra vida cotidiana: “Las palabras son innecesarias, sólo pueden hacer daño…
Disfruta del silencio”. Como lo sabrá cualquiera que practique
meditación, así de necesario es el silencio para lograr conectarnos con esa
otra mitad de nuestra vida, nuestro reino interno.
Las palabras intentan inútilmente
darle una descripción sonora a nuestros sentimientos multicolores… Nada más
vano que eso. Y así, las palabras sólo terminan por darle forma a la horrenda banalidad
de todo cuanto decimos. Nada puede hacerse, los sentimientos perduran, a las
palabras se las lleva el viento: “Las promesas se
hacen sólo para romperse. Los sentimientos son intensos, mientras que las
palabras son superficiales. El placer permanece, lo mismo que el dolor; las
palabras no tienen sentido y se olvidan”. No digamos más. Feliz Deprimartes.
Nunca he sido especialmente fan de este grupo, debo ser la única de mi generación, a la cuarta canción mi cuerpo pedía guitarra, pero le reconozco el haber significado un cambio importante en la forma de entender la música y la capacidad de innovar y crear con tanta repercusión.
ResponderBorrarHe de admitir que esta canción me gusta mucho, y con lo charlatana que soy, me maravillan los silencios con los que se dice incluso más que con las palabras.
Me quedo sobre todo con la idea de que “el silencio es la mitad de la música” (precioso) y que “Las palabras intentan inútilmente darle una descripción sonora a nuestros sentimientos multicolores…” una descripción perfecta, muy gráfica.
De nuevo buena elección y genial interpretación
Feliz semana :)
Tremenda banda!!! y una de mis 5 canciones predilectas!
ResponderBorrarAunque ya el rock electrónico tenía historia cuando ellos aparecieron, sin duda fueron precursores de este género en los charts mundiales. Me alegro de que te haya gustado. Saludos.
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