Deprimartes védico:
El trabajo que me demanda este humilde blog sobre Rock incluye
traducir al castellano las letras de todas las canciones. La gran mayoría provienen
de la lengua inglesa, pero en un par de oportunidades incluí temas cantados en
alemán; y allí la cosa se me puso difícil ya que mi nivel de ese idioma es
bastante básico. Pero en esta ocasión me compliqué las cosas más de la cuenta, porque tuve que traducir una letra que está en sánscrito. Contaba con una ventaja, ya que en varias ocasiones me había topado con este idioma antiguo proveniente
de la India; y más aún si se trababa de un texto religioso que dijera algo
como ésto: “Toda la gloria al Supremo Señor, toda
la gloria al Supremo Pastor de Vacas”. Ocurre que ya conocía la mayoría
de las palabras debido a que tengo una cierta debilidad por la cultura de la
India. La culpa de este afecto hacia todo lo que lejanamente pareciera hindú
habría que echársela a The Beatles, y a los años de mi adolescencia en que los
conocí. Pero me siento obligado a aclarar que yo también hice mi parte y siempre
me he puesto a investigar curiosamente cuanta cosa oriental se me cruzara en el
camino.
Aquí tenemos un mantra tradicional sobre Sri Krishna, el octavo
avatar del dios creador Vishnú, aunque algunos credos lo consideran la escencia
misma de ese dios. Esto lo sé porque en mi afán por descubrir más sobre esta
cultura tan colorida, terminé por visitar la Sociedad Internacional para la
Conciencia de Krisna, más conocida como el movimiento Hare Krishna. Sólo fui a
un par de reuniones, no tenía ánimos de raparme el cabello ni de vestirme con
una sábana naranja, pero allí mismo conocí el texto sagrado del Bhagavad-gītā y
su escritura devanagari del sánscrito original; la cual está plagada de alabanzas como ésta: “Toda
la gloria a Radha, Señor Krishna, aquel que se lleva todas las ataduras
materiales de sus devotos”.
“La india es un acelerador de procesos
espirituales”, decía el escritor jesuita Carlos González Vallés. Y vaya que
tenía razón… Los británicos de Kula Shaker, liderados por el rubio Crispian
Mills, tuvieron un suceso bastante respetable a mediados de los años ’90, en
pleno Britpop. Pero ellos le sumaban una vuelta de tuerca interesante a la música
de esa época, ya que su líder había realizado un viaje a la India y allí sintió cómo
todo su mundo interior cambió. Ahora toda su música sonaba oriental, e incluso
en sus letras incluía fragmentos de himnos védicos: “Toda la gloria a Krishna
Cabeza de León, aquel que protege a sus devotos de los demonios”. Unos años más tarde
su estrella se fue apagando luego de que Mills protagonizara una polémica al
hablar de las virtudes de la cruz esvástica como símbolo de buenaventura.
Olvidó que eso es muy cierto en la cultura hindú, pero por estas partes del globo
ese símbolo se ha tornado siniestro. Debió pedir disculpas públicamente por el
malentendido.
“Sri Chaitanya Mahāprabu, el Supremo Señor Dorado”. El himno no escatima a la hora de mencionar avatares sagrados como el del santo del Siglo XV Chaitanya Mahāprabhu, y también hace mención literal de: “Su Divina Gracia Abhay Charan Bhaktivedānta Swami Prabhupāda”, el sabio fundador del movimiento Hare Krishna. Fue este mismo el primer religioso indio de renombre que viajó a Estados Unidos, a finales de 1965, y quien impactó fuertemente en el naciente movimiento Hippie a través del cual se darían tantas influencias de la música de la India en el Rock Psicodélico. ¡Feliz Deprimartes!
https://www.youtube.com/watch?v=9QZOHzWLF9w
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