Gary Puckett And The Union Gap fueron un grupo de rock melódico de
cortísima vida. Habiendo comenzado su actividad en 1967, aprovecharon el éxito
que estaba teniendo el álbum “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band” de The Beatles para tomar una estética militar, inspirada en el ejército del sur estadounidense.
De poco le valieron estas estrategias comerciales. Sólo eran una banda de pop,
potente pero meloso, y tres años después desaparecieron; dejándonos unos
pocos éxitos, entre ellos esta historia de amor culpógeno: “Jovencita, sal de mi cabeza, mi amor por ti está completamente
fuera de lugar. Mejor que corras, jovencita; eres demasiado joven, niña. Con
todos los encantos de una mujer, ocultas el secreto de tu juventud. Me hiciste
creer que eras lo suficientemente grande como para darme tu amor, y ahora duele
darse cuenta de la verdad”.
Esa fascinación que algunas jovencitas sienten hacia los hombres mucho mayores
que ellas… Algunos deberíamos estarles eternamente agradecidos a Edipo –técnicamente
hablando, se trata del Complejo de Electra- por poder atravesar esta vida
acompañados de una hermosa jovencita que no se da cuenta de que uno tiene la
edad suficiente como para ser su padre: “Detrás de
tu perfume y tu maquillaje, eres sólo una bebé con un disfraz. Y aunque tú sabes
bien que está mal quedarte a solas conmigo, tus ojos siguen teniendo esa mirada
tan sugerente”. O tal vez, por supuesto, no es que la niña en cuestión no
se dé cuenta de la diferencia de edad. Probablemente esto le resulte un aderezo
que hace aún más interesantes sus fantasías... Gracias sean dadas.
“Así que vete corriendo a tu casa. Estoy seguro de que tu
mamá se pregunta dónde estarás. Vete de aquí antes de que vaya a cambiar de opinión,
porque me temo que esto se nos irá de las manos”. Musicalmente hablando, este tema representa un producto más comercial
que artístico. Esta es una banda que parecía que se negaba a progresar cuando
todo el mundo lo hacía. Era como si nos dijeran: “el rock es esto que estás escuchando”,
cuando en realidad nuestro amado movimiento musical estaba experimentando ese
avance astronómico que lo impulsó en la segunda mitad de los ‘60s y
la primera mitad de los 70’s. Mientras aún brillaba el rock psicodélico, nacía
el heavy metal, daba sus primeros pasos el rock progresivo y se vislumbraba en
el horizonte el rock sinfónico, aún había antiguallas como este tema melódico, completamente
recargado de vientos y de cuerdas. Era obvio que si no cambiaban –y no lo hicieron-
Gary Puckett y su grupo tenían las horas contadas… ¡Feliz Deprimartes!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario