Deprimartes encajonado:
Orchestral Manoeuvres In The Dark, mejor conocidos como OMD,
son un dúo conformado por el tecladista Paul Humphreys y el cantante y bajista Andy
McCluskey. Su importancia dentro de la New Wave es tal que son reconocidos por intentar
amalgamar una raíz rockera con el recientemente aparecido Pop de sintetizadores;
y también por experimentar sonoramente –por ejemplo, McCluskey toca con un bajo
para diestros, pero con las cuerdas al revés, como si se tratara de un
instrumento de zurdo-; todo esto sin descuidar las letras de sus canciones, lo
cual les ha generado una base de acólitos que los idolatran. Con este videoclip homenajean desde su mismo inicio
al cine mudo, ya que comienza mostrando intertextos; tal como se hacía para
graficar los diálogos en los primeros años de la industria cinematográfica. Y allí
se nos cuenta la historia de la estrella de cine Louise Brooks, pero más
interesante es como esta canción nos cuenta esa misma historia, ya que le agrega
sentimientos: “Nacida en Kansas, en un lugar como
cualquier otro, te fuiste corriendo a Nueva York; pero terminaste por escaparte de tu
propia fama. Tan sólo a los diecisiete años viste cómo todos tus sueños se
hacían realidad, aunque lo único que tú realmente deseabas era alguien que te
desvistiera”.
Si hubo una década que reconfiguró todo el Siglo XX, y
probablemente el resto de la historia de la Humanidad, esa fue la década del ’60.
Aún hoy vivimos entre los estertores de las libertades conquistadas en esos
años. Pero si hubo otra época del último siglo que casi podría comparársele, esa
fue la década del ’20; o como muchos prefieren llamarlos, los Locos Años Veinte.
Hagamos un poco de contexto: ya había terminado la Primera Guerra Mundial –en ese
entonces no sabían que iban a tener que numerarla, así que sólo la llamaron la
Gran Guerra-, y los soldados norteamericanos regresaron a casa con algunas
cosas que aprendieron en suelo francés. Allí conocieron chicas que tenían un
desdén por las normas establecidas, que se comportaban de manera
particularmente provocadora, y que vivían su sexualidad de una forma bastante
desprejuiciada; como si intentaran todo el tiempo trasgredir todo lo impuesto. Y
ese modo de vida cruzó el Atlántico cuando los soldados volvieron a su país. Esto
originó en América el estereotipo de la chica “flapper”, una hermosa fémina con
el típico corte de pelo “bobcut”, que comenzaba a usar faldas demasiado cortas
para su época, y que además de bailar charleston realizaba con desparpajo
muchas actividades consideradas estrictamente masculinas, como beber alcohol,
fumar o conducir. Y Louise Brooks fue una de las máximas exponentes de este
tipo de vampiresas. Tal fue su hermosura, que en uno de los mejores libros que
he leído en mi vida, “La invención de Morel” de Adolfo Bioy Casares, el autor
reconoce que el objeto del deseo del protagonista de la novela es una mujer que
está basada expresamente en la señorita Brooks: “Y
todas las estrellas que besaste no pudieron apagar el dolor. Continuas teniendo
tu gracia aunque tu cara haya cambiado; aún eres tú misma”. Hermosísima,
fue de niña víctima de abuso sexual, lo cual la hizo buscar siempre amores
retorcidos –llegó a ser amante del gran Charles Chaplin-, y logró una fama por
la cual se terminó sintiendo asfixiada, hecho por el que renunció a su carrera
actoral muy joven. Nunca se reencontró con las mieles del éxito: “Y todavía queda un largo, largo camino hacia el lugar
donde quieres estar. Queda un largo, largo camino; demasiado largo, pero estás
demasiado enceguecida como para verlo”.
La película que hizo famosa a Louise fue “Pandora’s Box”, filmada
en la Alemania pre-nazi, y es una obra famosa por la forma explícita en la que
aborda la sensualidad de la protagonista, incluyendo las primeras escenas de
amor lésbico de la historia del cine. El filme expone la sexualidad desbocada de
una joven, que le atrae desdichas a cuantos la rodean y caen bajo su embrujo;
como si fueran víctimas de la catarata de males que se desmadra de la caja abierta
por aquella primera mujer de la historia griega, el “regalo” con el que Zeus
quiso vengarse de los hombres por sus faltas: “Una
imagen silenciosa de una divina inocencia. Es una creación peligrosa cuando
fallas la prueba del paso del tiempo. Y todas esas fotografías de tus fantasmas
de antaño, todavía te lastiman y no te dejan en paz; y tú todavía no te das
cuenta de que queda un largo, largo camino”. Y ocurrió que al llegar al
poder Adolf Hitler, éste intentó borrar la película de la historia del cine por
considerarla indecorosa. Es con esta idea en mente que a lo largo de todo el
video McCluskey blande una tijera en sus manos, mientras recorta una y otra vez
la imagen de Louise. Su obra fue redescubierta varios años después por críticos
franceses, quienes la convirtieron en un ícono estético de aquella época de
gloria.
Pandora Box, muy buen tema y excelente historia, muy bien contada
ResponderBorrarMuchas gracias por tu comentario, ojalá te guste el resto de mi blog. Saludos.
BorrarFue el primer CD que tuve que compré con mis primeros ahorrillos, mi etapa del instituto y la recuerdo con mucho cariño pertenecía al CD llamado sugar tax gracias por toda la información
ResponderBorrarUna gran historia y tan bien contada. Gracias
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