Deprimartes delincuente:
Largo camino ha tenido esta canción a través de la historia
del Rock. Fue escrita por Sonny Curtis en 1959, quien a los 21 años tuvo la
casi imposible tarea de ocupar el lugar del fallecido Buddy Holly en su banda
The Crickets. Pero ganó popularidad en la década del ‘60 de la mano de la banda
Bobby Fuller Four, quienes llegaron a tocarla en televisión. Seguiría siendo
versionada con gran regularidad por varias bandas hasta bien entrado el Siglo
XXI, entre las que destaca sin duda el cover que hicieron los Green Day en 2004.
Pero quienes se encargaron de inmortalizar esta canción fueron The Clash, representantes
de un género que por fin pretendo abarcar hoy: “Partiendo rocas bajo el sol caliente, luché contra la
Ley y la Ley ganó. Luché contra la Ley y la Ley ganó. Necesitaba dinero porque ya
no me quedaba nada”.
Además de su carácter delictivo, la simplicidad de la letra
ayuda mucho a que este tema esté tan identificado con el Punk Rock. Y es que no
hubo absolutamente nada ni por asomo elaborado en el Punk. Tal vez por eso sea
que lo detesto con toda mi alma:
“Dejé a mi nena, y me siento tan mal.
Supongo que mi carrera se ha terminado. Porque ella es la mejor chica que
conocí”. Pero hay que reconocerle su enorme importancia. Devenido de la
sensación de empalagamiento que estaba generando un ya hiperproducido Rock
Sinfónico y Progresivo, el Punk fue la primera vez en que el Rock pateó el
tablero. Asqueados de tanta canción incantable de cuarenta minutos, con interminables
solos de instrumentos poco clasificables, y con letras que parece que no sabían
hablar de otra cosa que no fueran espadas, dragones y hadas, la gente que originó
el movimiento Punk en Inglaterra pretendió rebelarse contra todo, como nunca
antes se había hecho en la música. Y quisieron borrar lo anterior de un plumazo
y comenzar de nuevo. El Punk fue un estallido de furia. Un grito de rabia ante
el disgusto de ver en qué había convertido el mundo esa generación que supuestamente
iba a cambiar el mundo. Su consigna básica era “No Future (No hay futuro)”. Y,
por supuesto, como todo grito, está destinado a no durar mucho; mucho menos aún
si no se auguraba un futuro para sí mismo. En sólo dos o tres años, esa
rebelión había sido reorientada a una búsqueda más estructurada de los orígenes
del Rock, convirtiéndose en la New Wave que intentaba sonar como en los años ’50;
para ser luego absorbida en el mundo del videoclip de la recientemente fundada
MTV. Hoy, se podría decir que el Punk sobrevive, aunque no es más que una
pantomima de sí mismo.
Si bien entonces ese grito fue corto, fue muy poderoso; y
dejó un resonante eco en el aire. Porque el Punk ejerció una increíble
influencia en artístas talentosísimos, con nombres de la talla de The Police o
U2 sólo por mencionar unos ejemplos; que gracias a ese movimiento se vieron
inspirados a comenzar sus carreras musicales. Y aunque prácticamente nunca
hayan tocado algo siquiera similar a esto, muchos de los músicos que sucedieron al Punk coinciden en que esa fue la chispa que encendió sus motores
musicales: “Robando gente
con mi revólver, luché contra la Ley y la Ley ganó. Luché contra la Ley y la
Ley ganó. Terminé por perder a mi chica y mis ganas de vivir”. Comparado
con nombres como Sex Pistols en el Reino Unido, o como Ramones y New York Dolls
del otro lado del Atlántico, The Clash cuentan con un plus que hace que
prácticamente no se los pueda considerar como una banda Punk. Y es que la banda
liderada por Joe Strummer se diferenciaba de todas las otras en el hecho de
tener convicciones y adoptar claras posiciones políticas en sus letras, y en el
hecho de no llevar como bandera aquello de que “No hay futuro”. Tal vez por eso
duraron bastante más que el propio movimiento que los tuvo como protagonistas… ¡Feliz
Deprimartes!
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