martes, 19 de noviembre de 2019

Capítulo 246: “Stan”. Eminem. (2000)




Deprimartes fanatizado:

El Hip Hop es un movimiento cultural de evidentes raíces afroamericanas nacido a finales de los años ’70 en los suburbios pobres de Nueva York. Si bien consta de varios tipos de expresiones artísticas como las danzas urbanas y los graffittis callejeros, uno de sus componentes básicos es el Rap. Es una forma veloz de hablar en rima y siguiendo una base musical pregrabada, buscando que dos o varios oponentes puedan vencer a los demás en una competencia de rapidez y creatividad en sus letras. Emparentado lejanamente con el Rock, de a poco fue mostrando su valía a la hora de mezclarse con todos los géneros; y ha crecido tanto que hoy en día está presente prácticamente en toda la música popular. Y dicho todo esto, también me veo obligado a confesar que lo detesto profundamente. Reconozco que en algunas canciones rockeras funciona muy bien como un elemento exótico, pero su uso se ha vuelto tan repetitivo que ya no escapa de ser un simple cliché. Como muestra de su poder aglutinante, tal vez baste el presente ejemplo. Este tema comienza con un sampleo de la canción “Thank You” de la cantante inglesa Dido, referente de la tranquila música Chill Out de fin de siglo, y que actúa como novia embarazada en el videoclip de esta canción. Este fragmento de melodía agradable servirá como punto de referencia para todo lo que se rapee después, que por contraste será turbio y violento: “Mi té se enfrió y me pregunto por qué fue que salí de la cama hoy. Las nubes de lluvia de esta mañana cubren mi ventana y no me dejan ver nada. Y aún si pudiera ver, todo sería color gris. Colgué tu foto en mi pared y eso me recuerda que no todo está tan mal”.

Dentro de este género tan representativo de la comunidad negra, será un escuálido tipo blanquito el que terminará resaltando. Marshall Bruce Mathers III adoptó el nombre artístico de Eminem, y su técnica de rapeo le ha valido batir en su momento el récord mundial de la mayor cantidad de palabras pronunciadas en sólo unos segundos. Y como todo rapero que se precie, su carrera está plagada de escándalos y controversias. Pareciera ser que uno de los motores creativos en el mundo del Rap es hablar mal de los colegas mencionándolos con nombre y apellido. Otro de sus rasgos distintivos es el hecho de que sus letras incluyan la mayor cantidad de insultos y groserías imaginables, así que aprovecho esta aclaración para excusarme por haber realizado una traducción lo más políticamente correcta posible, a fin de evitar el lenguaje tan soez que se utiliza en este relato. Pero la historia que se nos presenta a continuación vale la pena, ya que sólo puede describirse como perturbadora: “Querido Slim, te escribí pero aún no me respondiste. Te dejé mi número de celular, mi bíper, y hasta el teléfono de mi casa al final de la carta. Te mandé dos cartas el otoño pasado, pero de seguro no las recibiste. Probablemente hubo un problema en la oficina postal, o algo parecido. A veces las direcciones que escribo en el sobre parecen garabatos. Como sea, al demonio; ¿cómo has estado? Hey, ¿cómo está tu hijita? Mi novia también está embarazada, así que estoy por convertirme en padre. Si tengo una niña, adivina qué nombre le pondré. La llamaré Bonnie. También leí acerca de tu tío Ronnie, y lo siento; tuve un amigo que se mató por culpa de una perra que no lo supo apreciar. Sé que probablemente te dicen esto todos los días, pero yo soy tu más grande admirador. Incluso hasta tengo esa porquería que grabaste con Skam. Tengo una habitación llena con posters y fotos tuyas, y también me gusta esa basura que hiciste con Rawkus; eso sí que estuvo bueno. Bueno, espero que esta carta te llegue; contéstame cuando puedas aunque sea sólo para charlar. Sinceramente tuyo, tu mayor admirador. Soy Stan”.

Quien le escribe esta carta ficticia a Slim Shady -otro álter ego que suele usar Eminem- es un fanático también ficticio llamado Stan, alguien que conoce al dedillo cada detalle de la carrera de su ídolo. Hasta allí nada parece fuera de lugar, pero ocurre que el submundo de los fans es bastante complicado per se. Por supuesto que lo que todo artista quiere es generar una base de admiradores que sigan su carrera y consuman sus productos, no sólo por una mera cuestión de éxito comercial, sino también para sentir de primera mano el afecto y la aprobación de los demás. No por nada dicen que la vanidad es el pecado favorito del Diablo. Pero la línea que divide el cariño popular de la obsesión desmedida es verdaderamente delgada. Basta con que un seguidor con problemas psicológicos idolatre desaforadamente a alguien para que esté servido el caldo de cultivo de una relación enfermiza, y en muchos casos mortal. La mente del fanático funciona a partir de la disolución de su propio ego, el reniego de su personalidad mediocre en pos de identificarse con otro ser a quien ven como una versión más exitosa de sí mismos. Y cuando interpretan que han sido rechazados por su ejemplo de vida, nada bueno puede ocurrir: “Querido Slim, aún no me has escrito ni llamado; espero que tengas oportunidad de hacerlo. No estoy enojado, pero creo que está muy mal que no le contestes a tus fans. Si no querías hablar conmigo afuera del concierto la otra noche no tenías que hacerlo. Pero podrías haberle dado tu autógrafo a Matthew, mi pequeño hermano. Él tiene sólo seis años y estuvimos esperándote afuera en el frío por cuatro horas sólo para que tú no aparecieras. Eso está muy mal, viejo; eres su maldito ídolo. Él quiere ser justo como tú, te adora más que yo. De todas maneras no estoy enojado, es sólo que no me gustan que me mientan. ¿Recuerdas cuando nos conocimos en Denver? Dijiste que si te escribía tú me responderías. Mira, yo soy como tú en cierta manera, yo tampoco conocí a mi padre, pero sé que él engañaba a mi madre y la golpeaba. Así que puedo identificarme con las cosas que dices en tus canciones, y cuando tengo un mal día sólo me aíslo y me pongo a escucharlas; porque realmente no tengo otra cosa y tu música me ayuda cuando estoy deprimido. Hasta me hice un tatuaje con tu nombre en mi pecho. A veces me corto a mí mismo para ver cuánto sangro. Es como si fuera adrenalina, el dolor es como una sobrecarga repentina para mí. Mira, creo que todo lo que dices es cierto, y te respeto por decir esas cosas. Mi novia está celosa porque vivo hablando todo el tiempo de ti, pero ella no te conoce como yo te conozco, Slim; nadie te conoce como yo. Ella no tiene ni idea de lo que fue crecer para alguien como tú y yo. Tienes que llamarme, viejo, o voy a ser el más grande fanático que pierdas. Sinceramente tuyo, Stan. Posdata: nosotros también deberíamos estar juntos”.

Este excelente y tétrico videoclip sigue al pie de la letra cada una de las misivas que Stan envía, y los sentimientos de rabia y decepción que afloran a medida que escribe. Su descenso a la irracionalidad es evidente con cada letra que escribe en sus cartas, sus saludos y deseos de buena suerte se van trocando en insultos y amenazas: “Querido señor ‘Soy Demasiado Importante Como Para Llamar O Escribirle A Mis Fans’, ésto va a ser lo último que sepas de mí. Ya pasaron seis meses y jamás te comunicaste. ¿No crees que me lo merecía? Sé bien que recibiste mis últimas dos cartas porque escribí perfectamente mi dirección en ellas. Así que ahora te estoy enviando este cassette y espero que lo escuches. Estoy en mi coche ahora, voy casi a 150 kilómetros por hora en la ruta. Hey, Slim, me tomé un poco de vodka, ¿crees que no puedo manejar así? ¿Conoces esa cancíon ‘In The Air Tonight’ de Phil Collins? Es acerca de que vio a un tipo que podría haber salvado a otro tipo de ahogarse pero no lo hace, y luego Phil se lo encuentra en un show. Bien, pues así es como estoy ahora, tú podrías haberme salvado de ahogarme pero ya es demasiado tarde. Me tomé como mil tranquilizantes y ya empiezo a sentirme mareado, y lo único que quería era una sóla maldita carta o una llamada de tu parte. Espero que sepas que arranqué todas tus fotos de mi pared. Te amo, Slim, podríamos haber estado juntos. Piénsalo, arruinaste todo; espero que no puedas dormir en la noche, y que termines soñando con todo esto. Y cuando sueñes espero que no puedas despertarte y grites por lo que hiciste. Espero que la culpa te coma vivo y que sientas que no puedes respirar sin mí. Así es, Slim… ¡Cállate, perra, estoy tratando de hablar!... Hey, Slim, esa es mi novia gritando en el baúl del auto; pero no le corté la garganta, tan sólo la até. ¿Ves? Yo no soy como tú, porque si ella se sofoca sufrirá aún más y también se morirá. Bueno, me tengo que ir; ya casí llegué al puente… ¡Maldición, lo olvidé! ¿Cómo se supone que te envíe esta grabación?”. El final fatídico es algo característico de este tipo de relaciones. Para una mente fanatizada sólo se termina la relación cuando se termina una vida. Con el desgraciado ejemplo de Mark David Chapman a la cabeza, otros nombres como los de Robert John Bardo, Nathan Gale y Yolanda Saldívar quedarán en la historia por haber asesinado a los artistas que admiraban, y muchos otros lo intentaron sin éxito… La fama es puro cuento. No es posible discernir si quien la pasa peor es el fanático desmedido o aquel artista que sufre el cariño oscuro de gente que no conoce. Y así es como finalmente llega la respuesta de Eminem, que no sólo llega tarde sino que incluso le permite darse cuenta de quién era en realidad quien le escribía: “Querido Stan, quise escribirte antes pero estuve demasiado ocupado. Dijiste que tu novia estaba embarazada, ¿de cuánto tiempo ya? Mira, me halaga que le pongas a tu niña el nombre de mi hija, y aquí te mando escrito un autógrafo para tu hermano. Lamento no haberte visto en el show, seguramente estaba distraído; no vayas a pensar que lo hice a propósito sólo para evitarte. ¿Pero qué es esa basura que dices sobre que te gusta cortarte las muñecas? Dije esas cosas sólo en broma, vamos, ¿qué tan arruinado estás? Tienes algunos problemas, Stan, creo que tal vez te vendría bien un poco de ayuda profesional para que no te pongas a golpearte contra las paredes cada vez que estés deprimido. ¿Y qué es esa estupidez de que nosotros estamos destinados a estar juntos? Esa clase de basura hará que no quiera verte. Realmente creo que tú y tu novia se necesitan el uno al otro, o tal vez tú sólo necesites tratarla un poco mejor. Espero que puedas leer esta carta, espero que te llegue a tiempo, antes de que termines lastimándote. Creo que podrás salir adelante si te relajas un poco. Estoy feliz de inspirarte, pero Stan, ¿por qué estás tan enojado? Trata de comprender que realmente te aprecio, pero como un admirador; no me gustaría que hicieras alguna locura como lo que vi en las noticias hace un par de semanas, eso fue algo que me dio asco. Un tipo que manejaba borracho y se tiró con su coche desde un puente, tenía a su novia en el baúl y ella estaba embarazada de su hijo. Y en el auto hallaron una grabación, pero nunca dijeron para quién era. Y ahora que lo recuerdo, su nombre era… ¡Eras tú!... ¡Diablos!”. Terrible revelación, cuando el amor se transforma en obsesión… ¡Feliz Deprimartes!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario