martes, 15 de diciembre de 2020

Capítulo 253: “Angel Of The Morning”. Juice Newton. (1981)

 


Deprimartes angelical:

 

El final de una aventura nocturna se presenta con la sensación de que ese amor furtivo ya sabe que se acerca la hora de la despedida. El sol de la mañana trepa lentamente por el horizonte con un cuchillo entre los dientes para apuñalar cualquier rastro de ardor, así que sólo nos quedará el orgullo de lucir escondida a la vista de todo el mundo esa medalla secreta que es el amor clandestino. ¿Pero qué sería de esa pasión tumultuosa si la intentáramos mantener encendida por siempre? ¿Una luminaria que nos guíe en la vida o un incendio que lo reduzca todo a un cúmulo de cenizas? Supongo que para averiguarlo habrá que arriesgarse, tal como hace esta hermosa mujer: “No habrá cuerdas que aten tus manos si es que mi amor puede atar tu corazón. No es necesario que te pongas a la defensiva ya que fui yo quien comenzó todo esto. No creo que sea necesario que me lleves a casa, soy lo suficientemente adulta como para enfrentarme al amanecer”. Quien canta sobre todo esto es Juice Newton, una de las más exitosas cantantes de la historia cuyos orígenes se encuentran en el Country. No sólo ha interpretado sino que ha escrito canciones para otros artistas con un enorme suceso, y ha llegado a colocar seis canciones en el Nº1, nada menos. Es una representante más de un extraño acontecimiento que se da de tanto en tanto, que es lo que ocurre cuando una estrella de este género musical intenta salir de ese mundillo tan hermético. Por lo general a este tipo de vocalistas femeninas el éxito suele esperarlas en la vereda del Pop, y como casos testigo puedo presentar los nombres de Dolly Parton, Shania Twain, Miley Cirus y Taylor Swift.

 

Volviendo al tema de la pasión, cuando una mujer toma la iniciativa en el amor sencillamente no hay nada que la detenga. Su corazón y su mente hacen foco para convertir a ese ser angelical en una fuerza arrolladora capaz de hacerse digna del alma de la persona que ha elegido. Sabe mejor que nadie que la vida del ser querido estará entre sus brazos mejor que en ninguna otra parte, y atesorará por siempre ese cariño en el cofre de recuerdos en el que guarda todo lo que alguna vez amó; aunque ya esos instantes eternos se hayan desvanecido hace mucho: “Sólo llámame ángel de la mañana, tu ángel. Tan sólo toca mi mejilla antes de que me abandones, mi amor. Y entonces aléjate lentamente de mí”.

 

“Tal vez la claridad del sol disminuya y aún así no tendría importancia. Si el eco de la mañana nos recuerda que hemos pecado, eso era justo lo que yo quería que pasara. Y si sólo fuimos víctimas de la noche, entonces no me dejaré cegar por la luz del día”. Joaquín Sabina nos cantó un verso que dice: “Y la besé otra vez, pero ya no era ayer sino mañana”, y con mucha pericia poética graficó cómo los pecados de una noche pueden convertirse en el remordimiento del día siguiente. La pasión es fuego, y como tal no obedece reglas. Sólo quedamos nosotros para hacer frente a aquello que el incendio dejó tras de sí. Por lo tanto es sabio caminar lentamente hacia atrás, como quien se aleja de un emperador chino, para dejar que esas flamas nocturnas lentamente se conviertan en un hermoso recuerdo. Porque la otra opción que tenemos a mano es continuar el juego corriendo el riesgo de dejar que un amor efervescente se transforme en una cárcel de llanto y aburrimiento. Sería como ver una vieja piedra renegrida y tratar de recordar que alguna vez fue lava ardiente en nuestro corazón. Eso justamente es lo que no va a permitirse Juice Newton en esta canción: “Y entonces aléjate lentamente, yo no voy a rogarte que te quedes conmigo a través de las lágrimas y de los años”. ¡Feliz Deprimartes!


https://www.youtube.com/watch?v=HTzGMEfbnAw




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