martes, 5 de marzo de 2019

Capítulo 209: “Two Princes”. Spin Doctors. (1991)




Deprimartes principesco:

“No uno, sino dos príncipes se arrodillan ante ti, eso es lo que digo. Príncipes que te adoran, así que ve para adelante con esto. Uno tiene los bolsillos llenos de diamantes, y eso no es algo para despreciar; y éste otro dice que le encantaría comprarte cohetes. Se ve que ya no está en sus cabales”. Es imposible hacer un inventario de la cantidad de artistas que ocuparon el centro de la escena y se robaron la atención con una canción que sonó hasta el hartazgo por todas partes, y que luego desaparecieron sin dejar más huella. En el argot del Rock a esas bandas que tenían un tema convertido en un suceso musical increíble y que luego desaparecían para siempre de las listas de los más escuchados se les da un nombre. Se suele hablar de ellos como “One Hit Wonders”, maravillas de un único éxito. Y los Spin Doctors son un digno exponente de esa categoría, ya que luego de este suceso fulgurante jamás pudieron volver a la cima de la popularidad.

 “Este tiene una hermosa raqueta de badmington, eso mismo dije, y es de los que lleva un gran escudo cosido en su chaqueta. Si te casas con él tu padre estará encantado, y si te casas conmigo tu padre te va a desheredar y cuando muera se va a revolcar en su tumba”. Una mujer siendo cortejada por dos hombres que dicen amarla. Prácticamente la columna vertebral de cualquier telenovela que se precie de tal. Pero es una situación que no es tan poco común. Y con respecto a esto, una vez escuché a alguien decir que cuando la vida nos pone en la situación de ser un tercero en discordia, lo importante es no resultar ser el candidato elegido. Porque en cada reproche que exista entre la parejita feliz aparecerá el fantasma de qué hubiera ocurrido si la dama en cuestión se hubiera decidido por su otro candidato. Si perdemos esa puja amorosa frente a otro contrincante, la chica afortunada le refregará nuestro nombre en la cara a quien nos haya ganado cuando los fracasos de la pareja superen en cantidad y en calidad a los momentos felices: “Cásate con él o cásate conmigo. ¿Cómo es que no puedes ver que soy yo el que realmente te ama? Puede que yo no tenga antepasados de renombre ni un futuro claro, pero al menos sé bien lo que un príncipe amante debería hacer”. En muchas ocasiones somos los mismos hombres los que fogoneamos con este tipo de conductas esa idea de que la mujer es una princesa hermosa que sólo sirve para ser cortejada. Tal vez esto está causado por nuestra intención de ocultar que en realidad somos sapos comunes y corrientes, y que ningún beso nos convertirá en un príncipe azul.

El éxito del álbum acertadamente titulado “Pocket Full Of Kryptonite” (“Bolsillo lleno de criptonita”) del cual se desprende esta canción no pudo ser repetido por la banda. Uno de los factores que atentaron contra el normal funcionamiento del grupo fue que su cantante Chris Barron se quedó literalmente mudo sólo dos semanas antes de estrenar un nuevo álbum, y con una gira por delante, todo debido a una parálisis en sus cuerdas vocales. Barron, quien en el videoclip de esta canción volvió famoso el uso del gorro chullo, hizo que su estética quedara grabada a fuego como símbolo del Rock Indie: “Así que si quieres llamarme ‘Bebé’, hazlo. Y si sólo quieres decirme ‘tal vez’, hazlo. Y si lo que en realidad querías era comprarme flores, ve y hazlo ahora. Y si lo único que quieres es que hablemos durante horas, sólo hagámoslo”. ¡Feliz Deprimartes!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario