martes, 14 de mayo de 2019

Capítulo 219: “Mary”. Supergrass. (1999)




Deprimartes terrorífico:

Supergrass fue una de las bandas que integró el movimiento musical inglés de fin del siglo pasado conocido como Britpop. Tenían la impronta de ser un tanto más festivos e informales en su sonido que los otros nombres de ese movimiento, como Blur, Oasis, Pulp, The Verbe, y Suede; y eso les granjeó un nombre propio en el mercado musical y les permitió visitar la cima de los charts con éxitos como “Alright” y “Pumping On Your Stereo”. Estaban liderados por Gaz Coombes, alguien a quien recuerdo bien porque por alguna extraña razón más de uno de mis amigos insistían en decirme que me parecía mucho a él: “Tengo una chica y su nombre es Mary, me gustaría poder sorprenderla día tras día. Me encantaría meterte de lleno en lo que estoy contando, y por eso quisiera señalar que ella tiene los dientes verdes. Te contaré historias que no comprenderás para así tenerte comiendo de la palma de mi mano”.

En el solo de guitarra de este tema (y tal como se aprecia en el video), podemos ver que Coombes presiona contra las cuerdas un pequeño aparatito llamado Ebow, o arco electrónico, que permite que la cuerda ejecutada en la guitarra vibre de una manera continua; como si estuviese siendo frotada por un arco de violín. Mediante este artilugio se consigue un sonido semejante a un zumbido experimental, y por eso mismo es que lo podemos escuchar en grabaciones de grupos como Genesis, Pink Floyd, U2 y Pearl Jam, entre muchos otros. Aquí acierta en darle ese trasfondo tétrico a este tema: “Tengo la sensación de que no eres una persona ordinaria, y yo tengo una cabeza a la que parece que se le está desprendiendo la mampostería. Cortaré los hilos que te manejan, oh sí; entiendo como funciona un títere. Y veré cómo te caes a pedazos. Siempre tuve la intención de llegar hasta ti, que no quede duda de eso, pero tú parece que sólo intentas que alguien te vuele los dientes de un golpe”.

El videoclip de esta canción fue censurado en televisión ya que según los críticos era “demasiado aterrador”. En él se nos presenta un edificio en cuyo sótano está tocando la banda. Es un espacio con una atmósfera que busca ser oscura y tétrica, como queriendo despertar ese miedo primordial que el ser humano tiene hacia lo desconocido. En algunos de esos departamentos se nos cuenta una historia de terror mediante ciertos lugares comunes del género. Una mujer mira por un microscopio y aprecia la expansión alarmante de un virus, que por algún azar inexplicable termina por causar un fenómeno del tipo poltergeist. Luces que se prenden y apagan solas, muebles que se mueven, libros que salen volando violentamente, fuego que se produce de manera espontánea. En otro departamento del edificio una mujer alimenta a su familia, hasta que el mismo fenómeno arriba a través de las cañerías y se apodera de ella; haciéndole vomitar ríos de sangre sobre la mesa familiar y tener horrendas alucinaciones. La sangre sigue su avance otra vez por las cañerías y ahora visita a una bella chica que se está bañando, muy típico escenario de cualquier película de terror que se precie de tal. Mientras tanto, los muchachos de Supergrass siguen cantando acertadamente: “Voy a seguir empujándote dentro de este sueño, porque el fondo de cada mente esconde algo obsceno”. Es verdad que el fondo de nuestra cabeza esconde cosas oscuras con las que tal vez no querramos enfrentarnos. En definitiva, la vida parece ser la suma de batallas diarias que entablamos contra cada una de las pesadillas que viven en ese lugar tan tenebroso, y cómo salimos parados luego de cada pelea. ¡Feliz Deprimartes!

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