Deprimartes semanario:
Scott Weiland falleció a la edad de 48 años por una
sobredosis de drogas, algo tan común en su vida llena de abusos de sustancias
que le había costado que lo despidan no de una sino de dos agrupaciones
exitosas. Siendo un cantante de voz poderosa y un interesante letrista, llegó a
la fama a principios de los ’90 con su banda de Grunge, los Stone Temple Pilots;
una interesante agrupación cuyo catálogo sonoro era bastante más amplio que el
de cualquier otra banda del mismo género. Pero la condición de adicto de su
frontman les jugaba en contra, ya que hasta debieron suspender una gira debido
a que Scott tuvo que pasar una temporada en la cárcel por posesión de
estupefacientes; y esto sumado a lo complicado que era en el trato con sus
compañeros llevó a que fuera despedido del grupo. Recaló en Velvet Revolver,
una suerte de seleccionado del Rock conformado por ex integrantes de los Guns N’
Roses; y luego de grabar dos álbumes con ellos también fue despedido debido a
su inconstancia. Murió sólo dos años después, mientras llevaba adelante una
trabajosa carrera solista; y sin haberse dado cuenta jamás de que la persona
verdaderamente problemática en su vida era él mismo: “Lunes,
de regreso de entre los muertos, estoy dejando que las cosas fluyan y se
acomoden. Martes, dispárenme en la cabeza, me retracto de lo que dije. Me
retracto. Miércoles, ella está buscando un amigo y va a conseguir lo que
quiere; parece que nunca se cansa. El jueves ya es más de lo que puedo
soportar, me doy cuenta de que la estoy reteniendo porque ella está deprimida
nuevamente”.
“Tengo que encontrar una forma de
encontrarla, ¿adónde podrá estar? Durante cuatro días a la semana ella piensa
que soy su enemigo”. ¿A
quién está buscando Scott en esta canción? Por momentos la letra se vuelve
confusa con respecto a qué creer. Porque más allá de lo que parece, aquí se esta
hablando sobre la relación de Weiland con su segunda esposa, a quien conoció estando
todavia casado con la primera. Y si finalmente esta canción se trata de una comedia
de situaciones sobre Scott jugando con dos novias a la vez, o si habla de los
desplantes que sus adicciones le hacían a su vida y sus compromisos, tal vez
nunca lo sepamos del todo. Lo cierto es que este vocalista tan capaz fue viendo
minada su confianza en cuanto círculo artístico contaba con él, y así fue que
día tras día se dejó arrastrar hacia un abismo que finalmente terminó por encerrarlo
en su abrazo para siempre: “Un día me dio por
muerto, me levanté del piso y ya era tiempo de hacer todo otra vez. Dos días, y
ella me abandona otra vez. No puedo seguir con esto, así que yo me largo de
aquí. Luego de tres días ella se ha encontrado un nuevo amigo, tiene lo que
quiere pero aún parece no alcanzarle. Cuatro días y ella regresa conmigo. Es
ella quien no me deja escapar, estoy deprimido nuevamente”.
Nuestra rutina se basa en mayor o menor medida en la manera
en que llenamos de actividades los días de nuestra semana. Es común que en la
era de la modernidad sintamos que el tiempo no nos alcance para nada, pero la mitad
de la semana es demasiado dependiendo de para qué la estemos usando. Y si
reparamos en detalle, es muy probable que la mayoría de nuestros compromisos no
sean más que otro simple peldaño en esta enorme rueda de hámster en la que nos
mantenemos ocupados dando vueltas sin sentido: “El
lunes se ha ido, el martes desaparece. El miércoles ya no está, y el jueves
siento que no todo está perdido”. Probablemente eso fue lo que ocurrió con
el bueno de Scott Weiland, quien terminó por sentir que su semana era una rueda
que giraba sin sentido; y al final cumplió con esa máxima no escrita acerca del
destino trágico de los músicos de Grunge. Al igual que Kurt Cobain, Chris
Cornell, Shannon Hoon, Layne Staley y otros más, se nos fue muy pronto, dejando
tras de sí un mundo de seguidores con el corazón lleno de preguntas sin
respuestas. ¡Feliz Deprimartes!
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