martes, 20 de julio de 2021

Capítulo 283: “Tomorrow Comes Today”. Gorillaz. (2000)

 





Deprimartes virtual:

 

“Todos están aquí conmigo, pero no hay una cámara que lo registre. No crean que soy lo único que importa en este mundo”. La letra de esta canción nos lleva de paseo por el lado horrendo de la popularidad. Las celebridades suelen experimentar la sobreexposición como un espantoso efecto secundario que deben pagar por acceder a la fama, pero si uno se detiene a pensarlo un poco, vivir todos los días llamando la atención es algo bastante antinatural. Y sin embargo en cada rincón del planeta hay gente que sueña con triunfar frente a las cámaras. Lo que nadie parece medir es que al hacerlo uno se convierte en prisionero de las miradas ajenas: “La cámara no me deja ir, el veredicto no ama a nuestra alma. El mundo digital no me dejará escapar”. El mismo principio rige para el mundo digital, y no es poco común que la falta de privacidad en la que puede sumergirte la vida virtual lleve a cualquiera a un agudo cuadro de depresión. La obligación de tener que aparecer en pose ante los ojos de unos terceros que no nos conocen puede exprimirte hasta la última gota de tus ganas de vivir.

 

Hoy es moneda corriente que la vida de cada ser humano se presente ante los demás a través de las redes sociales. Toda persona intenta reflejar su realidad y sus pensamientos en un perfil, como si su vida se mostrase en un escaparate. Y hablando de ello, por estas pampas, en las vidrieras de algunos comercios aún puede verse un pequeño cartel tan efectivo que ya se ha convertido en un clásico atemporal. Ese anuncio dice algo como: “Hoy no se fía, mañana sí”, y plantea una paradoja que acalambra las mentes de todo aquel potencial consumidor que lo lea. Pero en esta canción los roles se trocan. Aquí es el desganado deudor quien usa la frase con su acreedor, pero a la inversa: “Sí, claro; voy a pagarte, sí, sí... El día en que mañana sea hoy”. Esta displiscencia parece ser producto de la ansiedad existencial de todo habitante del año 2000, que vivía con el Jesús en la boca esperando la llegada de ese apocalipsis llamado Y2K. Ya todos sabían que mañana nunca es hoy. Porque como lo dejó en claro el gran George Harrison en su canción “Ding Dong, Ding Dong”: “Ayer hoy era mañana y mañana hoy será ayer”.

 

“Quiero ese estéreo encendido todo el tiempo, me ha llevado muy muy lejos”. Vaya que es extraña esta banda. Tal vez estamos ante el último gran truco que sacó de su galera el Rock, aunque de hecho fue tan innovador que aún hoy resulta difícil de asimilar como idea. Y es que Gorillaz es una banda virtual. Así como lo leen. Un buen día el señor Damon Albarn se dio cuenta de que para perdurar en el tiempo tenía que reinventarse; ya no le bastaba con ser el cantante de Blur, tal vez la banda más importante del Britpop. Así que llamó a su amigo, el historietista Jaime Hewlett, y con él comenzaron el inconcebible proyecto de crear una banda inexistente, con cuatro integrantes con sus personalidades bien definidas, y apuntanto a la idea de presentarse en vivo en conciertos virtuales. Por descabellada que suene la idea, un par de décadas y un manojo de álbumes después, se puede asegurar que Albarn logró todo lo que se propuso con Gorillaz: “No crean que soy lo único que importa en este mundo. No piensen que voy a quedarme aquí por mucho tiempo más”. Ser original siempre es bueno. ¡Feliz Deprimartes!

 

 https://www.youtube.com/watch?v=PiNdcBg3xC8





2 comentarios:

  1. Voy a robarte un par extractos de este excelente comentario para mi estado de wasap.. estas avisado¡¡..mas de uno lo puede tomar como personal..y va a ser divertido

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    1. Muy bien, me doy por aviado entonces. Es un orgullo que alguna frase mía tenga utilidad para alguien más. Saludos, amigo.

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