martes, 9 de julio de 2019

Capítulo 227: “Stupid Girl”. Garbage. (1995)




Deprimartes desperdiciado:

Allá por mediados de los años ’90 si bien todavía se disfrutaba de la novedad del Grunge mientras que el Indie Rock hacía un trabajo de hormiga como para ser tenido en cuenta, y aún faltaba esa colección de Grandes Éxitos que sería el Britpop; alguien que no se dejara encandilar por estos espejitos de colores bien podía adivinar que al Rock comenzaban a acabársele las ideas. Y por supuesto, como bien dicen los chinos, crisis y oportunidad significan lo mismo. El barco se hundía, pero aún así había gente que intentaba cosas nuevas; ya sea por un simple instinto de supervivencia, o bien por ya no tener nada que perder. Así fue como el norteamericano Butch Vig, quien fuera el productor del álbum de Nirvana “Nevermind”, contactó a otros dos colegas productores, Steve Marker y Duke Erikson, para armar una banda. Y la idea no era producirla, sino ser ellos mismos los músicos integrantes. Pronto tuvieron un manojo de temas conformados por fragmentos sampleados de otras canciones de diferentes géneros, combinando los cuales daban lugar a una nueva canción. Toda la experiencia de este trío a la hora de producir los llevó a armar temas nuevos con muchas texturas y buen gusto musical, muy agradables al oído. Pero, pequeño problema, no lograban dar con la voz adecuada que le pusiera letra a sus delicadas arquitecturas sonoras. Y cuando encontraron esa voz, las letras pasaron a decir cosas tan directas como ésta: “Finges que estás drogada, finges que estás aburrida. Finges cualquier cosa sólo para sentirte adorada. Y así logras todo lo que quieres. No crees en el miedo, no crees en la fe. No crees en nada que no puedas romper”.

Shirley Manson es una vocalista escocesa cuyo desprejuicio y actitud provocativa lograrían un extraño y a veces fascinante contraste con el trabajo de sus compañeros de banda. Mientras ellos componían melodías más bien comerciales, Shirley dotaba a cada canción de letras llenas de mujeres frustradas y de referencias sexuales medianamente solapadas. Otros éxitos de esta banda, como “Androgyny” y “Cherry Lips” no dejan dudas del carácter sexual de sus letras:  “Tú, chica estúpida. Chica estúpida, todo lo que tuviste lo terminaste arruinando”. La elección del nombre de la banda no podría ser más humilde. Ya de por sí nos avisa en la portada de sus álbumes que nos predispongamos a escuchar “basura”. Si abordamos la obra de este grupo teniendo en cuenta esta premisa, todo lo que nos sorprenda de su repertorio será ganancia. Ir por la vida con muy bajas expectativas tal vez sea el secreto de la felicidad.

“Lo que te enciende puede llegar a volverte loca. Lo único que siempre tuviste fueron un millón de mentiras para venderte a ti misma”. Una mención aparte se merece la fotografía del videoclip. Como a la banda le fue asignado muy poco presupuesto para filmar este video promocional, el director tuvo la idea de distorsionar todo lo filmado mediante medios caseros. Así es como primeramente filmó algunos planos desenfocados, otros saturados de color; y otros con la total carencia de ellos. Y luego se dedicó a dañar cuanto pudo la película con arañazos, inscripciones y manchas a lo largo de todo el metraje filmado. En el resultado final se aprecia una estética caótica pero hermosa. Con esta misma técnica también se harían populares videoclips de Nine Inch Nails y de Green Day, entre muchos otros. Es toda una muestra de que la creatividad se potencia ante la falta de recursos, y no ante la sobreabundancia de los mismos: “No crees en el miedo, no crees en el dolor. No crees en nada que no puedas dominar”.

La letra parece tener en su mira a esos modelos de chicas del cual también se horroriza en su letra el tema homónimo de la cantante Pink. Nenas de papá, proverbialmente estúpidas, que sólo se preocupan por cómo se ven mientras llevan a todas partes un bolsito con un chihuahua dentro. Jovencitas cuya única inquietud es la de ser populares, y tal vez también estar noviando con algún chico bonito. No les interesa para nada aquello que no se ve, no esperes ni una pizca de intelectualidad ni de cuestionamientos existencialistas en mentes tan diminutas y poco ejercitadas. Sólo importa aquello que pueda generar envidia en los demás. Es por eso que cuando su único valor agregado, su belleza, comienza a mermar al acercarse a los treinta años; van corriendo a ver a un cirujano: “No crees en el amor, no crees en el odio. No crees en nada que no puedas arruinar. Chica estúpida, no puedo creer que todo esto lo hayas fingido”. Me es imposible de ninguna manera relacionarme con alguien así. Con lo maravillosas que son las mujeres, seres que pueden atender varios frentes a la vez sin mayores problemas, y con una capacidad de dar amor sólo superada por la de los ángeles; me resulta insultante que pretendan involucionar hacia un estadío emocional de permanente inmadurez y liviandad, algo mucho más propio de una preadolescente. Al ver a alguien así tengo la sensación de que el concepto de “mujer” está muy lejos de su alcance. En fin… ¡Feliz Deprimartes!

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