martes, 6 de agosto de 2019

Capítulo 231: “One Way Or Another”. Blondie. (1979)


Deprimartes controlador:

“De una forma o de otra te voy a encontrar y te voy a atrapar, te voy a atrapar, te voy a atrapar. De una forma o de otra te voy a ganar”. Blondie es una banda nacida en la escena Post Punk neoyorkina que se ha caracterizado por alejarse rápidamente de este subgénero y moverse hacia otros estilos de manera ecléctica. Así consiguió alcanzar la cima de los charts con canciones que bien pueden catalogarse dentro de otros géneros como la Música Disco (“Heart Of Glass”), el Rock (“Call Me”), el Rap (“Rapture”) y el Reggae (“The Tide Is High”), entre muchos otros. Es la única banda en llegar al Nº1 de los rankings en las décadas del ’70, ’80 y ’90, y esto sin duda se debe a ese mencionado eclecticismo musical. Y por supuesto que también ayudó a su éxito la figura de su cantante Debbie Harry, una rubia despampanante que llegó a trabajar como conejita de Playboy; y cuya sensualidad arrolladora le ha valido el ser considerada la cantante más sexy de toda la historia del Rock. 

La letra de esta canción me trae ciertos recuerdos… En más de una ocasión he tenido la oportunidad de estar en pareja con niñas que necesitaban controlar demasiado la vida de su compañero, y quiero decir sin dejar un solo atisbo de duda que prefiero bucear en aguas infestadas por tiburones mientras me desangro lentamente antes que volver a compartir mi existencia con una persona posesiva y enferma de celos: “De una forma o de otra te voy a ver, voy a encontrarme contigo, contigo, contigo. Un día, tal vez la semana que viene, voy a encontrarme contigo, contigo, te encontraré. Pasaré conduciendo por el frente de tu casa y si todas las luces están apagadas, trataré de ver quién anda por ahí”. Estamos frente a una cuestión genérica. Cualquiera puede reconocer que aquí se retrata ese arquetipo de novia al parecer bastante común que se dedica a transformar a su hombre en un ser castrado en espíritu, y lo aleja de sus amigos sólo para que su mirada se pose todo el tiempo sobre ella. Su nivel de inseguridad es tal que es capaz de hacer cosas inimaginables sólo para llevar un registro estricto sobre con quiénes se contacta su pareja. La premisa pareciera ser: ¿Para qué confiar, cuando se puede controlar?: “Y si todas las luces están apagadas, seguiré tu autobús hasta el centro de la ciudad para ver con quién estás saliendo”. Si alguien quisiera serle infiel a su pareja, no hay fuerza externa que pudiera impedirlo. Lo que sí logra impedir que busquemos algo por fuera de nuestra relación es el hecho de que nuestra pareja sea un proyecto sano y que nos produzca mayoritariamente felicidad; y también la seguridad de que compartimos la vida con alguien que le hará frente a nuestro lado a todos los problemas que se presenten. 

“De una manera o de otra te voy a perder, voy a dar vuelta la esquina y correr. Voy a quebrar la cintura y vas a perderme el rastro, te voy a engañar, te engañaré”. Volviendo a Debbie Harry, hay que reconocerle a esta rubia calamidad que tiene el physique du rôle perfecto como para cantar sobre las desventuras de una chica que se obsesiona de tal manera con un caballero que empieza a cavilar ideas tormentosas en su cabecita platinada. Las ocurrencias maquiavélicas se cuecen en su cerebro como si fuera una olla a presión a punto de estallar, y es en ese instante de liberación que las leyes del sentido común ya carecen de lógica con tal de vengar el desamor: “Iré al centro comercial y me pararé sobre una pared desde donde pueda verlo todo, averiguaré a quién llamas. Iré tras de ti en el supermercado y pondré comida de ratas en tu carrito, para después perderme entre la multitud”. Gracias a la película “Atracción Fatal” de 1987 todos estamos familiarizados con la figura de la “bunny boiler”, o como se la conoce por estas pampas, la “hervidora de conejos”. Si bien es un extremo muy ficticio, bien podría ser el final de cualquier historia donde la obsesión reemplace al verdadero afecto. Dios nos libre y nos guarde de las locas. ¡Feliz Deprimartes!

2 comentarios:

  1. Excelente forma de relacionar el contenido de la canción con las experiencias vividas en carne propia.
    "... y quiero decir sin dejar un solo atisbo de duda que prefiero bucear en aguas infestadas por tiburones mientras me desangro lentamente..." Se ve que la vida no lo ha tratado de las mejores maneras y que se ha cruzado con más de una desquiciada en el camino. Debiera sentir pena por el pasado de quien nos escribe, pero no puedo hacerlo al darme cuenta que ese pasado turbulento nos regaló los deprimartes. Salud!

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    1. Muchísimas gracias, quien quiera que Usted sea. Sin dudas entre las distintas facetas de este blog se esconde una forma perversa de catarsis personal. Saludos, me encantaría saber quién escribe; e invítole a que lea y comente allí donde guste.

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